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Tribuna
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Sí a la opa, ¿ y ahora qué?

El Consejo de Ministros ha dado su visto bueno al controvertido proceso de aprobación de la oferta pública de adquisición (opa) de acciones de Gas Natural sobre Endesa.

Este largo proceso de aprobación, que ha durado seis meses, ha sido de lo menos comprensible que uno puede imaginar. Por una parte, ha existido una gran alteración existente entre fuerzas de poder de uno y otro bando. Incluso hablaría de una pelea mediática, claramente explicitada entre los consejos de administración de la opante Gas Natural con sus aliadas, Caixa, Repsol y Aguas de Barcelona, y el de la opada Endesa y su batalla no sólo con los anteriores sino con la mismísima Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Quizá, esta guerra de poder se podría llegar a entender desde algún punto de vista, pero lo que seguro que es más difícil de explicar en el proceso seguido por la operación ha sido el papel de los órganos reguladores. En primera instancia, la Comisión Europea optó por no evaluar la opa como reclamaba Endesa, después de que de cara a la opinión pública la comisaria de Competencia, de manera oficiosa, comentase que según su parecer se debía de evaluar en el seno de Europa y no de España.

Posteriormente, en segunda instancia, los dos órganos reguladores españoles que por tanto se han tenido que pronunciar sobre la conveniencia de la autorización de la opa, es decir, la Comisión Nacional de la Energía (CNE) y el Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) han tenido opiniones opuestas.

La primera no sólo dijo que 'sí' veía bien la operación, sino que algunas de las limitaciones que puso, más parecían ayudas a Gas Natural para que llegase a buen fin la operación que inconvenientes al desarrollo de la misma. Por su parte, el Tribunal de Defensa de la Competencia decidió exactamente lo contrario que la CNE, aconsejando la denegación del permiso de lanzamiento de la oferta por la 'fuerte posición' a la que llegaría la compañía resultante y que eso iría en contra de la buena competencia, con un INRI, y es que el nuevo presidente del Tribunal de Defensa de la Competencia voto a favor de la autorización de la opa, cuando seis de sus nueve miembros votaron en contra. Seguramente, debido a esto, declaró hace una semana que el Gobierno debería de ignorar el dictamen, que siempre es declarativo y no ejecutivo, de este Tribunal que vela por la competencia en nuestro país y que él preside.

Después de este devenir de acontecimientos, el pasado viernes, el Gobierno aprobó la opa de Gas Natural sobre Endesa, argumentando conseguir una mayor competencia en el sector, y ha establecido veinte condiciones a la operación. Sin embargo, la mayoría de ellas consiste en la obligación de desinvertir por parte de la compañía resultante, tanto en gas como en distribución y comercialización, y aunque esa desinversión no vaya a parar a Iberdrola íntegramente, como pretendía Gas Natural en su planteamiento inicial, ya que el Gobierno es muy probable que no lo permita en igualdad de condiciones. En este contexto, sí es justo decir que más desinversión es más dinero líquido para la compañía resultante y por tanto, mayor facilidad para aumentar por parte de Gas Natural la oferta existente por las acciones de Endesa.

Este último tema, el puramente financiero, creo que ha estado un poco olvidado por el vaivén de noticias un poco incomprensibles, como podemos comprobar tras este análisis. Las acciones de Endesa, están ahora mismo cotizando en el mercado bursátil español en el entorno de 25 euros la acción y Gas Natural ofrece por ellas 21,5 euros por acción. La traducción de todo esto es que Gas Natural ofrece un 15% menos por las acciones de Endesa que lo que cotizan. Creo que sería muy poco inteligente aquel accionista que esté dispuesto a vender una acción de Endesa por 21,5 euros a la opante, si puede venderla en el mercado a 25 euros.

Por tanto, es evidente que después de este visto bueno del Gobierno a la operación, ahora quien manda es el mercado y si Gas Natural quiere conseguir hacerse con el control de Endesa tiene que hacer algo peregrinamente claro: ofrecer por lo menos un 15% más por las acciones de Endesa, o más. No nos olvidemos que debemos recordar que hoy por hoy en dinero efectivo ofrecen 1/3 parte y el resto en acciones de Gas Natural que el mercado puede tomar como un inconveniente en su valoración.

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