Reequilibrios en la economía mundial
Durante décadas, Estados Unidos ha sido la gran potencia económica del mundo y motor del crecimiento global. Esta situación tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes, porque aunque la locomotora ha dado muestras de flexibilidad y rápida capacidad de recuperación, el que la economía del mundo dependa de lo que consume la población estadounidense, responsable de dos tercios del PIB del país, puede por momentos generar inestabilidad.
En los últimos cinco años, sin embargo, la estructura económica mundial ha iniciado una transformación protagonizada por una serie de países y regiones emergentes que están provocando un vuelco importante en la situación: se está reequilibrando del crecimiento mundial. Así lo explicaba esta semana en una charla ofrecida en Madrid Frédéric Leroux, gerente de la gestora francesa Carmignac Gestión. 'La economía de Estados Unidos ha perdido peso en favor de los países emergentes, que ya representan un 40% del PIB mundial y tienen tasas de crecimiento muy superiores a las de los países desarrollados', señaló.
Y el fenómeno en sí está arrojando consecuencias positivas, como el mantenimiento de la inflación en niveles bajos gracias al aumento de la competencia, especialmente en materia salarial.
Estos países, inmersos en muchos casos en profundas reformas estructurales, han logrado sanear sus cuentas reduciendo sus déficits, dando pie a un aumento del ahorro y de la inversión, la cual de momento, en Estados Unidos, se encuentra estancada.
Así que mientras la gran potencia económica entra en lo que parece una leve desaceleración, los países emergentes toman el relevo del crecimiento mundial y continúan reequilibrando la balanza de las economías que más aportan al conjunto. Algunas voces vaticinan que China podría convertirse en la primera potencia económica del mundo para el año 2050. Claro, que para entonces la balanza podría haberse inclinado completamente hacia el lado contrario. mrodriguez@cincodias.es