Las principales bolsas europeas cierran a la baja arrastradas por desplome de Japón
Las principales bolsas europeas han cerrado a la baja, arrastradas por el descalabro de la Bolsa de Tokio, que ha finalizado la sesión con fuertes pérdidas y suspendió la cotización veinte minutos antes del cierre, debido a las pérdidas de la compañía de acceso a Internet Liverdoor y al gran volumen de intercambios que provocó una saturación del sistema informático. El escándalo de la puntocom ha provocado la pérdida de un 6% en las dos últimas sesiones de la bolsa japonesa y extiende su efecto al resto de mercados, afectados además por los decepcionantes resultados de Intel y Yahoo publicados esta madrugada y el elevado precio del crudo.
El principal índice de la Bolsa de Londres, el Footsie 100, perdió un 0,62%, hasta los 5.663 puntos, lastrado por valores como Astrazeneca o Capita Group, que se dejaron un 4,3% y un 3,3%, respectivamente. En la Bolsa de Frankfurt, el indicador Dax Xetra perdió un 1,18% y cerró en 5.394 puntos. La aseguradora Allianz se dejó un 2,5%, mientras que HVB retrocedió un 2,7%. El índice más destacado de la Bolsa de París, el Cac 40, bajó un 0,73%, hasta los 4.772 puntos, mientras que el SP/Mib de la Bolsa de Milán perdió el 0,90% y quedó en 36.024 puntos.
La bolsa de Madrid ha cerrado con el nivel más bajo en lo que va de año. El parqué madrileño cerró la sesión de hoy con una caída del 0,91%, con lo que el Ibex 35 se situó en los 10.700 puntos, en una jornada que ha registrado el volumen más alto del año, superior a los 6.000 millones de euros, y que ha estado marcada, además de por los descensos de las principales plazas europeas y el desplome de Tokio, por la apertura bajista de Wall Street .
Desconfianza
Las sospechas de que el vertiginoso crecimiento de Livedoor fue fruto de prácticas ilícitas para provocar una subida en las acciones de la compañía ha sembrado la desconfianza de los inversores, que ayer vendían sus títulos de las empresas basadas en el modelo de Livedoor.
Una redada de la Fiscalía japonesa, lanzada con la sospecha de que el grupo falsificaba resultados para aupar sus acciones en la bolsa, obligó hoy a suspender las acciones de Livedoor en la sesión matinal del parqué tokiota.
El presidente de Livedoor, Takafumi Horie, anunció ayer que llevará a cabo una investigación interna sobre las supuestas prácticas ilegales. Aún así, Horie, conocido por sus agresivas operaciones financieras y su gusto por las camisetas de diseño y sus declaraciones ampulosas, descartó cualquier efecto negativo del escándalo en sus negocios.
Fundada en 1996
Livedoor fue fundada en abril de 1996 por Horie y figura en el mercado secundario Mothers desde abril de 2000. Su vertiginoso crecimiento se basó en la adquisición y absorción de empresas. Actualmente cuenta con 44 filiales y el grupo alcanza los 2.456 empleados. Su capitalización ronda los 700.000 millones de yenes, unos 5.833 millones de dólares, según indicaron fuentes de la industria.
El meteórico ascenso de Horie y su popularidad llevaron al gubernamental Partido Liberal Democrático (PLD) a convertir al empresario en uno de sus candidatos en las elecciones de la Cámara baja de septiembre del año pasado.
Sin embargo, Horie no logró un escaño y hoy el primer ministro nipón, Junichiro Koizumi, desligó el escándalo de Livedoor del apoyo brindado por su partido al empresario.
Por la tarde, las acciones entraron de nuevo al mercado y la avalancha de negociaciones colapsó los sistemas de la Bolsa de Tokio, obligando a cerrar veinte minutos antes de la hora habitual.
Los analistas temen que el escándalo Livedoor se extienda a otras empresas del sector y prolongue los descensos en la bolsa de Tokio que a finales del 2005 empezó a registrar sus mejores niveles en cinco años. También podría generalizarse el temor a una nueva burbuja tecnológica.