La crisis iraní dispara el barril de petróleo hasta los 65 dólares
El riesgo creciente de que el actual conflicto diplomático con Irán, por reabrir sus investigaciones nucleares, se convierta en una nueva crisis internacional, de similar dimensión a la de Irak, disparó ayer la cotización del petróleo en los mercados internacionales de energía.
El barril de crudo Brent, de referencia en Europa, que ya llevaba varios días repuntando por esta cuestión, se disparó ayer por encima de los 64 dólares. La cotización llegó a situarse en 65 dólares en el mercado de materias primas de Londres, cerrando la sesión a 64,90 dólares, 1,7 dólares más que el día anterior. El crudo se encuentra, así, en el nivel más alto de los últimos tres meses y medio, muy cercano al máximo histórico (67,7 dólares), registrado en septiembre.
Los inversores se mostraron muy nerviosos en un mercado que, por sus circunstancias especiales es ya de por sí muy volátil. Tampoco ayudó ayer las últimas informaciones sobre Nigeria, cuyas milicias paramilitares amenazaron con atacar la industria petrolera del país y cortar el suministro de crudo del octavo país exportador del mundo. Cuatro empleados de la petrolera Shell permanecen secuestrados en el país africano mientras la empresa sigue retirando personal de la zona por razones de seguridad.
En el caso de Irán, segundo exportador del Planeta, la circunstancia es, si cabe, aún más grave. Las grandes potencias occidentales (Francia, Reino Unido, Alemania y Estados Unidos), junto con China y Rusia, en menor medida, no están dispuestas a que el Gobierno de Teherán prosiga con su actividad nuclear como anunció hace una semana, y han programado una fuerte presión internacional contra el país asiático, que se irá agudizando en los próximos días.
El conflicto político en Nigeria aviva aún más las tensiones alcistas, en un mercado muy volátil
El 2 de febrero, de hecho, está previsto (aún no hay cita oficial) que el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) decida si el asunto nuclear iraní es llevado al Consejo de Seguridad de la ONU, a petición de los países occidentales. Ante esta situación, los analistas prevén un invierno muy caliente en la cotización internacional del petróleo, tensionada al alza también por la demanda creciente de crudo a escala mundial.
Ayer, precisamente, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) incidió en este aumento de la demanda de petróleo en su último informe. Para el nuevo año, la Agencia prevé que la demanda internacional de crudo aumente un 2,2%, un punto por encima de la estimada para 2005. El incremento se debe a la fuerte demanda de EE UU, primera potencia económica, y de Estados emergentes como China e India.
El consumo medio para este año será de 85,1 millones de barriles diarios, frente a los 83,3 millones de 2005, con un pico en el último trimestre de 2006, en el que se alcanzarán 86,9 millones.
Ello requerirá una aportación extra de la OPEP, el principal cartel exportador. En concreto, el cartel deberá poner en el mercado 200.000 barriles diarios más que en el año 2005, hasta llegar a 28,6 millones.
China acapara el 8% de los pedidos internacionales
China está batiendo todos los récords macroeconómicos a pasos acelerados. Su creciente importancia en el panorama internacional se extiende también al consumo de materias primas.La Agencia Internacional de la Energía estimó ayer que este año el gigante asiático acaparará por sí solo el 8,2% de toda la demanda mundial de crudo, cuando hace sólo tres ejercicios el porcentaje era dos puntos inferior. La economía china demandará 7 de los 85 millones de barriles diarios previstos, lo que equivale ya a la mitad de la demanda de toda Europa. Aunque el Gobierno chino está haciendo un esfuerzo importante para recortar su dependencia en el mercado de energía, falta aún mucho por conseguirlo. De hecho, el país sólo es capaz de producir crudo por 3,6 millones de barriles diarios, la mitad de lo que necesita. El problema se agrava si se tiene en cuenta que las previsiones de crecimiento económico del país siguen muy fuertes, en torno al 9% anual, algo que hará aumentar aún más su dependencia.Con todo, la demanda principal de crudo (el 59% del total) seguirá concentrada en los países desarrollados encuadrados en la OCDE, y encabezados por Estados Unidos y Canadá, a donde se destinará uno de cada tres barriles de petróleo producidos en el mercado a lo largo de 2006. La Unión Europea es el segundo cliente mundial, con cerca del 20% de la demanda crudo internacional. Ante este contexto, se reproducen, como en China, las llamadas de dirigentes de la UE para reducir la dependencia energética. Entre ellas, la del comisario de Asuntos Monetarios, Joaquín Almunia, para quien es 'un suicidio' no reabrir ya el debate sobre el uso de la energía nuclear, ante un escenario alcista de precios del petróleo y de la demanda de energía.