Trichet descarta una subida inmediata de tipos de interés
Trichet deja el precio del dinero en el 2,25% ante la preocupación por la solidez del crecimiento
Más tiempo antes de volver a subir los tipos. Es el mensaje que los mercados y la mayoría de los analistas extrajeron de la declaración efectuada ayer por Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, después de la reunión mensual del Consejo de Gobierno. Como se esperaba, el organismo emisor dejó los tipos de referencia para la zona euro en el 2,25%, pero había expectación ante la declaración de Trichet.
Con una frase habitual en sus ruedas de prensa, el presidente del BCE afirmó que continuarían observando 'de forma muy estrecha los acontecimientos relativos a la estabilidad de precios a medio plazo'. Un aviso de que la subida decidida hace un mes no será la única. Sin embargo, Trichet evitó la contundencia con la que hace poco más de un mes anticipó la subida de diciembre. La mayoría de los analistas apuntan a que la próxima subida esperará, por ello, a marzo o abril.
De hecho, Trichet constató que existen riesgos de que el crecimiento económico de la zona euro sea menor de lo esperado, centrados en tres aspectos: los precios del petróleo, los desequilibrios globales -sobre todo, los déficit gemelos en Estados Unidos- y la confianza de los consumidores en Europa, 'aunque este último aspecto está mejorando'. La última previsión elaborada por el BCE sitúa el crecimiento de la zona euro para este año en un 1,9% del PIB, frente al 1,4% de 2005.
La reacción de los mercados tras la conferencia de prensa apunta hacia una interpretación del mensaje como moderado. El euro cayó un 1% hasta cambiarse a cerca de 1,2 por dólar, después de que se afianzase la idea de que los tipos en la zona euro no van a aumentar a muy corto plazo. Trichet recalcó que el BCE está preparado para tomar decisiones cuando sea necesario, 'como acaba de demostrar' con la subida de diciembre, primera en cinco años. El presidente ha dicho varias veces que pretende no añadir ninguna incertidumbre a los mercados, de forma que cuando tenga intención de mover los tipos lo indicará con suficiente claridad. Así sucedió, de hecho, días antes de la subida de diciembre.
El organismo emisor tiene como cometido principal procurar la 'estabilidad de precios', definida como una inflación ligeramente inferior al 2%. Un objetivo sistemáticamente incumplido en los últimos seis años, lo que lleva a miembros del Consejo de Gobierno, como el presidente del Bundesbank, Axel Weber, a pedir nuevas subidas de tipos. Frente a esta postura, el representante portugués, Vitor Constancio, señaló la semana pasada que eso no haría sino poner en riesgo la recuperación de la demanda interna, con un impacto negativo en la economía.
En el terreno estrictamente político, el ministro del Interior francés, Nicolas Sarkozy, consideró ayer necesario que, después de las de Rumanía y Bulgaria, 'no haya más ampliaciones de la UE hasta que se adopten nuevas instituciones'. Ante el fracaso de la Constitución Europea en Francia, Sarkozy propuso elaborar un nuevo tratado, inspirado en la primera parte de aquella, que pueda ser ratificado por el Parlamento sin necesidad de referéndum.
Mercados y analistas apuestan por una nueva subida de un cuarto de punto en marzo o abril