Rusia compensa a la UE por las pérdidas en la crisis del gas
La UE recuperó ayer el suministro habitual de gas después de que Moscú elevase la presión en los tres gasoductos que pasan por Ucrania para compensar por las pérdidas del lunes. Moscú acusa a Kiev de robar parte del gas y advierte sobre futuros desabastecimientos de continuar la situación.
La compañía estatal rusa Gazprom restauró ayer el nivel normal de gas que envía a los países de la Unión Europea, después de que diez de ellos (incluidos Francia, Italia y Alemania) sufriera reducciones en el suministro el pasado lunes. Moscú resuelve así la deriva a terceros países que está teniendo su conflicto con Ucrania, a la que ha cortado la mayor parte del suministro de gas ante la negativa de Kiev a aceptar el fin de los precios preferenciales, que en la práctica supone un incremento cercano al 500%.
Pese al arreglo temporal, un portavoz de Gazprom advirtió de que la empresa 'no continuará compensando a los consumidores europeos eternamente si Ucrania sigue robando gas de los gasoductos de tránsito'. Moscú acusa a Kiev de quedarse con 223 millones de metros cúbicos de gas destinado a Europa para compensar la restricción que sufre. Mientras, el Gobierno ucraniano insiste en las raíces políticas de la crisis -por su alejamiento de la órbita de Moscú- y alega que desde el domingo sólo ha recibido gas de Turkmenistán.
La crisis afecta también a Moldavia, otro país a quien Moscú quiere aplicar 'precios cercanos a los de mercado'. No obstante, fuentes de Gazprom afirmaron ayer que esperan cerrar un acuerdo con esta república en los próximos días. William Ramsay, adjunto a la dirección ejecutiva de la Agencia Internacional de la Energía declaró ayer que Rusia -que preside desde el domingo el G-8- 'ha causado un daño serio a su buena reputación como suministrador seguro'.
Rusia exporta un cuarto del gas que consume la UE, y tres cuartos de este montante pasan a través de Ucrania. De ahí que la crisis actual llevase el lunes a que un país como Austria viese recortado su flujo total de gas en un 20%. El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, afirmó ayer que Europa 'debería estar siempre preparada con depósitos de combustible para afrontar eventuales emergencias'. Mañana se reunirán en Bruselas expertos del mercado del gas de los 25 para analizar la situación, en un cónclave en el que participarán representantes de las gasísticas rusa y ucraniana.
Moscú y el pacto gasístico con Kiev
La guerra del gas promovida desde Moscú tiene un claro trasfondo político. Rusia y Ucrania acordaron el actual marco de precios en verano de 2004, con una vigencia prevista de cinco años. Como recuerda el editorial del Wall Street Journal de ayer, Moscú apostaba entonces por una victoria del pro ruso Viktor Yanukovych en las presidenciales ucranianas. Sin embargo, la Revolución naranja de noviembre obligó a repetir las fraudulentas elecciones, ya aupó al poder a Viktor Yushenko, cuya política exterior se centra en el acercamiento a la UE y la OTAN. Menos de un año después, el Gobierno de Putin quiere quintuplicar el precio del gas que vende a Ucrania 'para hacerlo más acorde con el de mercado'.Mientras, otras repúblicas ex soviéticas como Bielorrusia, que permanece en la órbita de Moscú, se libran de la actualización.