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Incertidumbre

Repsol cae un 2,3% tras las elecciones en Bolivia

Las acciones de Repsol YPF protagonizaron ayer la mayor caída del selectivo bursátil Ibex 35, con un descenso del 2,31%, tras la victoria del líder del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, en las elecciones generales de Bolivia.

Los títulos de la petrolera cerraron la sesión bursátil a 24,56 euros, con un volumen de negocio de 261,3 millones de euros, después de que Morales celebrara su triunfo como el inicio de 'la lucha por los recursos naturales para cambiar la Historia de Bolivia' y anunciara su intención de derogar el derecho de propiedad que tienen las compañías sobre el gas natural en boca de pozo.

El presidente de la petrolera hispano-argentina, Antonio Brufau, ha felicitado a Morales por su victoria y ha expresado su voluntad de seguir trabajando 'como hasta ahora' en beneficio de Bolivia y de Repsol YPF.

Desde la compañía explicaron que todavía es pronto para tomar una posición sobre el nuevo Gobierno. De hecho, la política oficial de Repsol YPF en los últimos meses respecto a Bolivia ha sido la de gestionar la crisis 'en tiempo real', es decir, en función de la situación de cada momento.

En todo caso, la empresa vincula los 850 millones de dólares (709,1 millones de euros) que tiene previsto invertir en Bolivia hasta 2009 al futuro de los contratos de explotación suscritos con el país, con una vigencia de 40 años.

En este punto, la estrategia inmediata de Repsol YPF pasa por retomar con el nuevo Gobierno de Morales el proceso de conversaciones 'amistosas' sobre el futuro de los contratos que se mantenía congelado a la espera del resultado electoral.

Las negociaciones se iniciaron después de que, en julio pasado, la empresa apelara al Tratado de protección recíproca de inversiones España-Bolivia tras la aprobación de la nueva Ley de Hidrocarburos boliviana. Esta norma obliga a las petroleras que operan en el país a adaptar los contratos de explotación vigentes desde 1997, dando mayor poder al Estado sobre los hidrocarburos, y supone un aumento importante de la presión fiscal. La empresa sólo aceptaría una carga impositiva máxima total del 50%.

Acuerdo a medio plazo

Si los contactos amistosos no prosperaran, el segundo paso que puede adoptar Repsol YPF es el de iniciar un proceso de arbitraje internacional. La compañía ya ha advertido de que si se mantiene el actual marco legislativo, sus proyectos de inversión en Bolivia son 'inviables'.

Los analistas sin embargo creen que, a medio plazo, el Ejecutivo de Morales y Repsol YPF serán capaces de llegar a un acuerdo, ya que el desencuentro perjudicaría a las dos partes.

Por un lado, porque los planes de Repsol YPF pasan por aumentar la producción de gas boliviano un 112% en los próximos cuatro años y aprovechar su potencial exportador hacia Argentina y Brasil.

El año pasado, Bolivia supuso el 1,4% del resultado operativo total de la compañía, que posee derechos mineros sobre 32 bloques en el país, con una producción neta total de 39,3 millones de barriles equivalentes de petróleo (bep) y unas reservas probadas de petróleo y gas que a finales de 2004 ascendían a 1.308,7 millones de bep.

Por otro lado, una hipotética salida de Repsol YPF del país también sería perjudicial para los intereses del Gobierno boliviano. Según los datos que maneja el máximo responsable de la empresa en Bolivia, Julio Gavito, la petrolera genera 3.300 empleos, lleva invertidos 1.008 millones de dólares (840,4 millones de euros) desde su llegada al país hace una década y ha entregado al Estado 700 millones de dólares (583,6 millones de euros) en impuestos.

Invitación a las multinacionales para ser 'socios, no propietarios'

La victoria electoral de Evo Morales se va a convertir en la más contundente de la historia de Bolivia, máxime si se confirman los sondeos encargados por los medios locales, que le otorgan la mayoría absoluta, con alrededor del 51% de los votos.Al cierre de esta edición, los datos oficiales ofrecidos por la Corte Nacional Electoral (CNE) confirmaban la victoria del líder del Movimiento al Socialismo (MAS), que se alzaba con un 45% de los votos, con el 15,9% de los sufragios escrutados.Su principal rival, el ex presidente conservador Jorge Quiroga reconoció ayer mismo su derrota y felicitó a Morales, quien aprovechó su primera intervención para anunciar que el inicio de 'la nueva historia de Bolivia' en busca 'de igualdad, justicia, equidad y paz con justicia social'.El futuro presidente boliviano advirtió desde Cochabamba, uno de los feudos del MAS, que sus planes pasan por ejercer el derecho estatal sobre la propiedad del gas natural y por impulsar la lucha efectiva contra el narcotráfico.En el primer caso, adelantó que su Gobierno revocará los derechos de propiedad que tienen las compañías sobre el gas desde el momento que sale del pozo y que buscará que las petroleras firmen contratos de servicio para la explotación del gas. 'Necesitamos socios, no propietarios', afirmó, y añadió que estas actuaciones no significan 'confiscar ni expropiar los bienes de las transnacionales', informa Reuters.'Si aceptan las normas bolivianas, serán bienvenidos como socios. Pero no pueden ser ellos los que tengan el control de la propiedad', apostilló.En cuanto a la guerra contra las drogas, el líder cocalero quiso dejar claro que ni el narcotráfico ni la cocaína 'son parte de la cultura boliviana' pero también apuntó que la política antidroga debe cambiar porque no puede basarse en un principio de 'cero coca, cero cocalero' ni servir de 'pretexto' para que Estados Unidos instale bases militares en el país.Las elecciones generales del pasado domingo se desarrollaron sin incidentes y sin vehículos en las calles debido a una prohibición legal, que algunos observadores internacionales calificaron de toque de queda.Según la CNE, la participación en los comicios fue del 72%.

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