La inflación baja al 3,4% pero la subyacente prosigue su avance
El índice de precios de consumo (IPC) subió en los últimos doce meses un 3,4%, según los datos publicados ayer por Estadística, lo que supone un descenso de una décima en tasa interanual respecto al mes de octubre.
Pese a este pequeño descenso de la inflación, imputable fundamentalmente a un comportamiento positivo de los precios de los carburantes y de la carne de pollo, la tasa subyacente (la que no contabiliza la energía y los alimentos frescos), el auténtico núcleo duro de los precios, contabiliza tres meses seguidos de ligeros avances y se coloca ya en el 2,7%. La tasa armonizada está también en el 3,4%.
Los mayores avances en noviembre se registraron en los aceites (7,8%), la carne de cordero (11,5%), las prendas de vestir (3,3%), el gas (2,8%) y el calzado (1,9%). Por su parte, los descensos más significativos se registraron en la carne de pollo, con caída del 3,9%, afectado por la psicosis generada por la gripe aviar; los carburantes y lubricantes (5,1%) y otros carburantes (5,7%).
Pese a estos descensos, los carburantes y combustibles siguen siendo el grupo especial de productos más inflacionista en el último año, con una tasa de avance del 12%, seguido de los productos energético, con un 9,3%. La tasa de servicios ha aumentado un 3,8%, y los bienes industriales duraderos sólo un 0,8%.
132 euros por pensionista
La inflación de noviembre es la que determina la corrección de la cuantía de las pensiones para restituir el poder adquisitivo perdido por el efecto de los precios. El coste para la Seguridad Social de la desviación de los precios (del 2% al 3,4%) será de 1.792 millones de euros, y el pago de los atrasos a los pensionistas lo efectuará la Tesorería en el mes de enero, y supondrá un pago medio de 132,11 euros por pensionista.