La UE aprueba el nuevo registro de químicos
Los ministros de Industria de la UE aprobaron ayer el nuevo sistema de registro, evaluación y autorización de sustancias químicas (Reach) que obligará a las empresas a evaluar los riesgos de más de 30.000 productos cuyos efectos sobre la salud y el medio ambiente se desconocen.
La principal novedad es que la carga de la prueba recaerá en la industria y no en las administraciones públicas, de forma que tendrán que ser las empresas las que demuestren que las sustancias que fabrican no son peligrosas para su comercialización.
El acuerdo alcanzado, que deberá ser aprobado en segunda lectura por el Parlamento Europeo, suaviza algunas de las exigencias contenidas en la propuesta de la inicial de la Comisión Europea y que fueron aprobadas en primera instancia por los europarlamentarios.
En concreto, se reduce la cantidad de información que las sociedades deben proporcionar a la nueva Agencia Europea de Químicos cuando la producción de sustancias sea inferior a 100 toneladas.
Por otro lado, las empresas que produzcan sustancias de alto riesgo deberán presentar siempre un análisis de posibles alternativas.
El ministro de Industria español, José Montilla, calificó el acuerdo de 'aceptable' para España, al haber logrado que el cemento quede excluido del Reach.
Sin embargo, admitió que, como el resto de países, España ha tenido que ceder en algunas de sus pretensiones, como en su petición de que las fritas cerámicas (materiales empleados en la producción de azulejos y cerámicas) también quedaran fuera del registro.
No obstante, señaló que en el plazo de un año se revisará de nuevo el campo de aplicación de la normativa, lo que podría permitir la exclusión del registro de las fritas cerámicas, la cal o el yeso.
El sector de las fritas cerámicas da empleo a 5.000 personas y cuenta con 42 empresas en la UE, la mitad de ellas en la provincia de Castellón.
Decepción ecologista
Los ecologistas de Greenpeace y WWF expresaron su 'decepción' por el acuerdo y advirtieron de que la UE 'no ha aprovechado la ocasión única que tenía para proteger a los ciudadanos de la amenaza que representan sustancias químicas peligrosas'.