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Banca

El Santander ha cambiado un tercio de su consejo en año y medio

En un año y medio han abandonado el consejo del Santander por distintas razones 7 de los 21 miembros que componían este organismo a mediados de 2004. Entre los que han dejado el banco están grandes accionistas.

Sin ruido y como con cuentagotas, el consejo del Santander ha sido uno de los que más ha cambiado en el último año y medio. Un tercio de sus miembros ha salido del consejo, entre ellos importantes accionistas, que han dado paso a la entrada de cuatro nuevos representantes, que a excepción de La Mutua Madrileña, apenas tienen peso en el capital del grupo.

El último en abandonar uno de los sillones del consejo ha sido Emilio Botín O'Shea, hijo mediano del presidente. Tras su salida, producida la semana pasada, la representación de la familia Botín en el máximo órgano de gobierno del banco se reduce a tres: Emilio Botín, presidente del grupo, y sus hijos Ana Patricia y Javier Botín.

Si nos remontamos un poco más, al año 2002, dos años después de la creación del Santander Central Hispano, el vuelco sufrido en el consejo del grupo es más llamativo. 13 de sus miembros en esos momentos ya no están en el banco, y sólo permanecen 12 de los 25 que formaban el consejo entonces. La transformación por la que ha pasado el consejo del Santander es una de las mayores del sector tanto a nivel nacional como internacional, a excepción de bancos afectados por alguna crisis interna. Pero los cambios producidos en el seno del consejo también tienen su reflejo en el capital que controla este órgano. En el último año y medio han salido de él por distintas razones siete representantes.

La entrada en el consejo del Santander de La Mutua Madrileña, tras comprar un 1,09% del capital del banco derivó en abril de 2004 en la salida de José Manuel Arburúa, consejero proveniente del cupo del Central Hispano.

Poco después, en mayo, se producía la muerte de uno de los principales accionistas del grupo. Fallecía el empresario portugués Antonio de Sommer Champalimaud, que tenía el 2,14% del capital del banco (1,5% tras la ampliación realizada en noviembre para la compra de Abbey).

El 25 de julio se producía el cambio más sorprendente, Jaime Botín, vicepresidente y hermano del presidente, dimitía tras 40 años en el Santander. Su salida coincidió con la aprobación por parte del consejo del Santander de la compra del británico Abbey. Emilio Botín aprovechó esta salida para sentar en el consejo a su hijo pequeño, Javier.

La compra del Abbey llevó aparejado más cambios. El Royal Bank of Scotland, representado en el consejo por su presidente, George Mathewson, también se vio obligado a abandonar el Santander y vender en agosto su participación del 2%. El Royal era uno de los máximos accionistas del grupo español desde hacia 16 años. Para cubrir esta plaza, Botín optó por sentar en el consejo a Lord Burns, presidente de la entidad que acababa de adquirir, el Abbey. Pero a diferencia del Royal su participación en el capital del Santander es nula.

En diciembre de 2004 cesaba como consejero Juan Abelló, que poseía el 0,18% del primer banco español. Su intento junto a Sacyr de entrar en el consejo del BBVA provocó su salida del Santander, donde entró en 2002. Le sustituyó en mayo el ex gobernador del Banco de España Luis Ángel Rojo nombrado consejero externo independiente, razón por la que no posee participación significativa en el grupo.

Elías Masaveu, uno de sus más tradicionales accionistas, con el 0,2% de su capital, murió en mayo. Su puesto no ha sido cubierto. En julio de 2006 está previsto que entre el consejero delegado de Sovereign, Jay Sidhu, sin toma de capital.

Los consejeros pasan de controlar el 10,7% al 4,1%

Cuando La Mutua Madrileña entró en el capital del Santander en abril de 2004, el conjunto del consejo de administración controlaba el 10,7% de su capital. Botín siempre se ha mostrado partidario de que la mejor manera de defender al banco es contar con un consejo lo más implicado posible en su capital. Esta teoría es contraria a la que apoya su más directo rival, el BBVA. Su presidente, Francisco González opta por contar con nombrar consejeros independientes al capital del grupo. Los cambios producidos en los últimos 20 meses en el consejo del Santander, sin embargo, han desembocado en un goteo de salidas de los consejeros más implicados en el capital del Santander. De esta forma, la familia Botín se coloca como el principal accionista, con el 2,04% del capital del banco, incluida la participación del 0,194% del ex consejero Emilio Botín O'Shea, y del 1,19% de la Fundación Marcelino Botín. Le sigue La Mutua Madrileña, con el 1,09%, y la aseguradora italiana Generali, con el 0,817%. El resto de los representantes cuentan con participaciones poco significativas. En estos momentos, el máximo órgano de gobierno de la entidad posee el 4,1% del capital, aunque a las salidas de consejeros con participaciones significativas hay que añadir la ampliación de capital de 1.485 millones de aciones llevada a cabo en noviembre de 2004 para comprar Abbey, y que representaba el 24% del capital del grupo español. El Santander también ha reducido ligeramente el número de consejeros, ahora situado en 19 (18 tras la salida de Botín O'Shea), de los que 5 son ejecutivos y 14 externos. Ahora el banco presume de contar con seis consejeros que han sido o son presidentes de bancos españoles o extranjeros.

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