Un retraso normativo frena la apertura del transporte ferroviario
Comsa y Continental Rail (filial de ACS) afrontan un parón de al menos medio año antes de poder competir en el transporte ferroviario de mercancías. Pese a que el Ministerio de Fomento contaba con la apertura total de la red antes de 2006, el retraso de las normas fuerza a las empresas a poner en cuarentena la plantilla y las máquinas ya listas.
Haber logrado la licencia antes de fin de año no va a servir a Continental Rail ni a Comsa Rail Transport para empezar a dar servicio en fecha de transporte de mercancías por tren. Las filiales de los grupos de construcción y servicios ACS y Comsa tendrán que esperar al menos medio año antes de funcionar como operadores privados en competencia con Renfe, ahora en monopolio. æpermil;se es el plazo que tardarán en estar listas las dos órdenes de Fomento que son indispensables para entrar en servicio, según lo transmitido, afirman fuentes del sector.
Sin las normas que establezcan claramente cómo debe ser el material rodante (principalmente las locomotoras) y el personal apto para conducirlo, las dos empresas que han logrado la primera licencia privada para operar se ven impedidas para hacerlo.
La de material rodante para homologar la maquinaria puede estar lista antes de final de año, pero la de la plantilla se retrasaría hasta mediados del próximo año, según fuentes del sector. Esto supone que la previsión de Fomento no se cumple ya que dejaba para 'antes de enero de 2006 la apertura total de la red ferroviaria de interés general', según lo anunciado cuando aprobó la liberalización de este transporte para mercancías, el 30 de diciembre de 2004. Abrir el mercado a operadores privados era una de las directrices de la normativa europea y esta apertura entró en vigor el 1 de enero de este año. Las dos órdenes ministeriales se están elaborando, según un portavoz de Fomento.
No obstante, los expertos consultados insisten en que será imposible que el próximo día 1 Continental Rail y Comsa Rail Transport puedan operar. Lograron la licencia en septiembre y octubre, respectivamente. Aunque llevan tiempo preparándose para desembarcar en el nuevo negocio, que mueve 300 millones al año.
La filial de ACS, que nació hace cinco años, tiene a 30 personas en plantilla que han recibido cursos de formación homologados en el ámbito europeo. Ya cuenta con dos locomotoras que la empresa alemana Voslosh ha fabricado en la factoría de Valencia que compró a su competidora Alstom.
Mientras, Comsa Rail Transport cuenta con casi 40 trabajadores preparados también en plantilla y recibió con bastante antelación, en marzo, dos locomotoras danesas NZ3. Ambas empresas tienen en cartera la posibilidad de ampliar equipamiento (contenedores y demás material) para 'empezar a operar ya', apuntan diversas fuentes del sector, que no entienden por qué no se pueden agilizar ciertos trámites previos. El coste de estar parado apremia.
Por un lado, las empresas han contratado locomotoras similares a las que actualmente utiliza Renfe, aunque es el ministerio quien debe certificarlo.
Por otro, ambos grupos tienen la experiencia de transporte ferroviario de varios años, no de mercancías, sino de material de obra para la construcción de las líneas de alta velocidad Madrid-Barcelona, Córdoba-Málaga, Segovia-Valladolid y Madrid-Toledo. Estos contratos han sido otorgados por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), dependiente de Fomento.
La liberalización del transporte de mercancías fue una de las primeras medidas aprobadas por Fomento que a mitad de este año concluyó la norma sobre el sistema de pago de cánones al Adif.
Sin respuesta de la dirección general
La respuesta oficial no llega. Los operadores privados del transporte ferroviario de mercancías han solicitado a la Dirección General de Ferrocarriles de Fomento un visto bueno a su maquinaria. Pero siguen sin tener contestación oficial. Las conversaciones informales reflejan que el problema de fondo es burocrático y hay que esperar a las órdenes ministeriales. Pero el sector confía en una 'solución transitoria por parte de Fomento' que agilice los trámites para poder empezar a dar servicio inmediatamente tras la aprobación de las dos normas y la obtención del certificado de seguridad.Una de las aspiraciones de los nuevos operadores es 'colaborar con Renfe' para incrementar la cuota de mercado del transporte de mercancías por ferrocarril que no llega al 3% del total frente al 11% de países como Alemania. Esto abre las vías a posibles alianzas. Además, esperan acuerdos con Transfesa, empresa especializada en este tipo de transporte que no tiene licencia de operador pero ha permiso para gestionar operaciones de tramos (slots). Mientras, FCC, interesada en una licencia, no tiene prisa por pedirla.
Esperar el sí a locomotoras iguales a las que ya funcionan
Las máquinas no pueden empezar a funcionar hasta que Fomento no especifique en una orden ministerial cómo debe ser el material rodante. Para asemejarse lo más posible al modelo de Renfe-Operadora, Continental Rail optó por pedir dos locomotoras a uno de los proveedores que utiliza el operador ferroviario único, Voslosh. Se trataba de ganar tiempo para que fueran iguales a la maquinaria ahora en funcionamiento. La empresa controlada al 50% por las filiales de ACS, Vías y Construcciones y Continental Auto ha invertido cinco millones de euros en las locomotoras. Prácticamente en el mismo caso está la división de Comsa. De momento, esperan el sí, igual que para lograr el certificado de seguridad.