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Expansión

Las constructoras elevan su deuda para asumir compras por 6.000 millones

El furor de compras que protagonizan las constructoras no ha hecho más que empezar dados sus planes de expansión. En este año han acordado compras de empresas por 5.929 millones y sólo hasta septiembre se han endeudado un 27% más. Pese a tener pendientes de asumir operaciones por 3.500 millones, la posibilidad de elevar la deuda tiene largo recorrido por la liquidez y las condiciones de financiación que hay en el mercado.

Nunca las constructoras habían vivido un boom de adquisiciones similar. Tras sacar buen provecho de un largo ciclo de bonanza, han acumulado razones y dinero para acometer su expansión. El resultado es que las cinco grandes del sector (ACS, Ferrovial, FCC, Acciona y Sacyr Vallehermoso) han comprado participaciones en empresas por 5.929 millones para fortalecer la diversificación.

Esto supone un récord absoluto alcanzado sobre todo por la compra del 22% de Unión Fenosa por parte de ACS y la oferta pública de adquisición pendiente de lanzar por otro 10% para lograr el 35%. La primera supondrá asumir 1.660 millones en préstamos en el último trimestre y otros 750 millones cuando la opa finalice en torno a febrero. Lo mismo le ocurre a FCC, con las compras cerradas desde octubre por 532 millones, entre otras (ver gráfico).

En total, son más de 3.500 millones de endeudamiento que tendrán que incluir en su balance a partir del cierre del año. Esto supondrá disparar la deuda financiera neta, que a septiembre aumentó un 27% sobre el mismo periodo de 2004: 21.487 millones frente a 16.899 millones. De hecho, la ratio que mide el peso del endeudamiento sobre los fondos propios (apalancamiento) está lejos del de otros sectores: llega hasta el 280% de Ferrovial y OHL pasando por el 432% de Sacyr. Estos son los datos que reflejan los balances.

Usar las infraestructuras para respaldar la deuda es una opción con 'largo recorrido'

¿Es asumible dado que las empresas prometen más compras para reducir el peso de la construcción en su negocio? Empresas, analistas y expertos en financiación de infraestructuras opinan que perfectamente. El truco es que gran parte de la cuantiosa deuda que se refleja en los balances de los cinco gigantes no la asumen los grupos, sino que está garantizada por las concesiones de infraestructuras o de servicios que ponen en marcha. Es lo que se denomina deuda sin recurso o sin cargo a la matriz.

Un modelo de los noventa con recorrido

Las empresas que presentan una mayor deuda global son Ferrovial y Sacyr, las que más peso de concesiones tienen ya que se anotan la correspondiente a sus filiales de autopistas (Cintra e Itinere, respectivamente) por tener un control mayoritario. Aunque esa parte de la deuda está avalada con las propias infraestructuras, es decir, el riesgo va con cargo a estos proyectos y no contra el grupo. De esta forma, si se excluyen estas cargas sin recurso a la matriz, la de Ferrovial desciende a 129 millones y la de Sacyr a unos 4.800 millones. Y el apalancamiento muestra niveles más acordes a la realidad financiera, del 4% de Ferrovial al 55% de ACS y Sacyr.

Y éstos son los datos que toman en cuenta los bancos para prestar a las constructoras más dinero para nuevos proyectos. Este modelo de financiación (project finance) que comenzó en los noventa presenta 'largo recorrido', apunta Miguel Abeniacar, director general de FSA, especializada en financiación de infraestructuras, con el que coinciden varios analistas. La liquidez y las condiciones financieras que ofrecen las entidades, con tipos en mínimos, hacen el resto. Aunque el ejemplo de ACS, que respalda la compra en Fenosa con las propias acciones, no creará tendencia, según los expertos.

Cambio de patrón en costes

Las constructoras con fuerte peso de las concesiones (autopistas, aeropuertos y otros contratos de servicios) esperan una decisión final en el cambio de patrón para los costes financieros. æpermil;sta es, según los expertos, una de las sombras del pujante project finance, el modelo por el que las empresas financian infraestructuras poniendo como garantía los propios proyectos para evitar que el grupo cargue con la deuda. Si hasta el año pasado, las concesionarias podían apuntarse los gastos financieros a lo largo de toda la vida de cada proyecto, ahora las nuevas normas internacionales de contabilidad proponen anotarlo linealmente. Esto penaliza las concesiones recientes. Los grupos confían en que se flexibilice.

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