El BCE decide bajo presión
El Banco Central Europeo (BCE) se dispone a subir hoy los tipos de interés por primera vez en cinco años, pero recibe una fuerte presión política para que no lo haga. El primer movimiento de política monetaria bajo el mando de Jean-Claude Trichet, al frente del BCE desde noviembre de 2003, está resultando más polémico de lo que cabía esperar, después de que anunciara hace unos días que era el momento de actuar para atajar las tensiones inflacionistas. Trichet había prometido que sus decisiones serían previsibles, para que el mercado las asuma sin traumas, así que no sería un ejemplo de firmeza que cediera ante los avisos de los Gobiernos de la UE y la OCDE, que alertan de que la subida puede ser perjudicial para la incipiente recuperación económica.
El mercado prevé una subida cuanto menos de 0,25 puntos, como demuestra que el euribor, la referencia para la mayoría de hipotecas, haya repuntado en noviembre hasta los 2,684 puntos. Los expertos, sin embargo, se muestran divididos sobre la oportunidad del cambio. La inflación, salvo por el impacto del alza del petróleo, no se percibe como un problema, mientras que preocupa mucho más la solidez del crecimiento de la economía de la zona euro.
Lo cierto es que una política monetaria tan laxa como la mantenida hasta ahora ha servido para inyectar liquidez en los mercados, pero no para propiciar el crecimiento en economías en dificultades como la alemana, y además está provocando desequilibrios en el cambio entre el euro y el dólar, dado que se ensancha el diferencial de tipos con EE UU, donde las subidas son más agresivas. En todo caso, España, con un crecimiento más fuerte, una inflación elevada y un mercado inmobiliario aún acelerado, no estaría entre los países perjudicados por un alza moderada de los tipos.