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Reforma fiscal

El impuesto de sociedades de las pymes bajará al 25%

El presidente del Gobierno anunció ayer una rebaja del tipo general del Impuesto de Sociedades hasta el 30%, frente al 35% actual, y de hasta el 25% para las pequeñas y medianas empresas, desde el 30% vigente. La reforma, aseguró José Luis Rodríguez Zapatero, se hará 'en un horizonte razonable de tiempo'.

Zapatero no especificó si se introducirán o no en el impuesto nuevas deducciones y cómo afectará esta rebaja a los diferentes tramos. La imprecisión en el calendario obedece, sobre todo, a dos razones. La primera, que están por decidir aun los aspectos fiscales que la Generalitat ha incorporado a la propuesta de Estatuto llegada al Congreso, sobre todo en lo relativo al IRPF. Y la segunda, que antes de definir por entero la reforma del Impuesto de Sociedades, el Gobierno quiere ultimar el nuevo modelo de financiación autonómica, sobre el que empezará a trabajar el Consejo de Política Fiscal a partir de enero. Estatuto catalán, por una parte, y modelo de financiación, por la otra, condicionarán, pues, el calendario y el contenido de la reforma fiscal en la que trabaja el Ejecutivo. Desde el Gabinete de Prensa de Hacienda matizaron ayer tarde que la rebaja anunciada por la mañana por el presidente será 'progresiva'.

En la actualidad, se aplica un tipo del 30% en Sociedades a todas aquellas empresas con una cifra de negocio inferior a ocho millones de euros. Esta rebaja sobre el tipo general se proyecta sobre la parte de la base imponible comprendida entre cero y 90.151 euros. El resto está gravado al 35%.

El presidente anunció la futura rebaja del Impuesto de Sociedades en las jornadas organizadas por The Economist sobre el papel de España en Europa. En ellas, Zapatero expuso una foto brillante de la coyuntura económica, a la que asomó la evolución de los principales indicadores y las reformas que encarará el Gobierno dentro del guión de la agenda de Lisboa. Entre ellas destacó, además de la reforma fiscal, la del mercado de trabajo, la educación, la inversión en investigación y desarrollo, la liberación de los sectores estratégicos, la actualización del Pacto de Toledo sobre las pensiones y la dotación para el plan de dependencia.

El calendario de la reforma fiscal está supeditado al modelo de financiación

La deuda pública se situará este año por debajo del 45% y en 2010, en el 34%

En su discurso tuvo también palabras esperanzadoras para las empresas. Recordó que desde marzo del año pasado, fecha de su triunfo electoral, la Bolsa se ha revalorizado el 37%. 'Somos el segundo país receptor de capitales del mundo, las inversiones en el exterior se han multiplicado por cuatro en los últimos diez años. Tengo plena confianza en las posibilidades de España', afirmó.

Zapatero fue también optimista en sus previsiones a medio y largo plazo. El año que viene espera que la economía crezca al 3,3% y que la inflación baje al 2,5%. Prevé crear 500.000 empleos y que las Administraciones Públicas cierren con un superávit del 0,2%. España, recordó, situará este año su deuda pública por debajo del 45% del PIB, más de 20 puntos inferior a la media europea, y hasta el 34% en 2010.

Optimismo sobre el futuro modelo territorial

Consciente del eco que está teniendo fuera de España el debate territorial, José Luis Rodríguez Zapatero se esforzó ayer por transmitir tranquilidad a las empresas extranjeras, al describir una situación de normalidad institucional y enmarcar en su contexto histórico el proceso de mayor descentralización que en estos momentos afronta España con las reformas estatutarias en curso.El presidente del Gobierno aseguró que estas reformas no tendrán un impacto negativo sobre la economía española, todo lo contrario. No está en peligro, dijo, ni la unidad de mercado ni la cohesión territorial. Se remontó a los últimos 25 años para recordar que la descentralización desarrollada desde entonces ha aumentado la convergencia entre las distintas regiones, con ventajas añadidas para las comunidades más ricas y también para las más pobres. En los últimos 25 años, se ha eliminado el 34% de las distancias en renta per cápita y se han acortado las diferencias en dotación de infraestructuras en más de un 50%.A su juicio, el Partido Popular proyecta pesimismo sobre estas reformas porque 'no gobierna y tiene escasa confianza en los españoles'. Las dudas que ha vertido sobre el modelo de Estado resultante carecen de fundamento, añadió, 'como lo atestigua la evolución del país'.La descentralización ha tenido efectos positivos no sólo sobre la eficiencia económica, también sobre la solidaridad, mantuvo el jefe del Ejecutivo. Citó a este respecto recientes estudios de la OCDE que demuestran que los países con mayor grado de descentralización tienen a la vez mayor grado de cohesión social, medida por una mayor igualdad en la renta per cápita regional. Zapatero refirió que éste es el caso de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Finlandia y también de España.El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, tenía previsto intervenir en las jornadas de The Economist antes del almuerzo, pero al final no acudió a la cita.Fuentes de la Generalitat explicaron que Maragall no participó en estas jornadas 'por un imprevisto personal'.

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