Pulso bajo del automóvil

Las jornadas anuales sobre automoción del IESE ayudan desde hace 20 años a tomarle el pulso al sector. Esta vez han estado marcadas por el recorte de empleo en Seat y la negociación en Nissan para lo contrario, aumentar la producción. Es decir, la flexibilidad laboral ha sido una vez más la estrella. Y, pese a una clara voluntad de dar mensajes positivos, la sensación ha sido de que ojalá me quede como estoy. No en vano las ventas van camino de un nuevo récord.

Al sector le preocupa la situación en Europa, por la caída de la demanda y el excedente de producción. Pero no hay acuerdo sobre si esa sobrecapacidad es estructural. El fantasma de la deslocalización aparece con dos perfiles: la mayor competitividad al fabricar en el Este y el temor a la llegada de productores asiáticos. La posibilidad de que algún fabricante abandone España no se ve ya como irreal. Y el presidente de Anfac dice que la mejor estrategia para mantener las 18 factorías existentes es fabricar lo de siempre: turismos de gama baja. Una contradicción con la demanda repetida desde Industria sobre la necesidad de aumentar el valor añadido. El mercado crece, pero el sector manifiesta su bajo pulso con una caída del 13% en la producción.