Salto en los beneficios
Las empresas españolas viven un año espectacular en cuanto a resultados. Tras la purga que siguió al estallido de la burbuja tecnológica y la crisis latinoamericana, las empresas pusieron orden de puertas adentro para luego lanzarse a crecer. Las grandes compañías españolas han dado un enorme salto de dimensión por la vía de una política agresiva de adquisiciones que hoy continúa con el foco en Europa y aprovechando la fortaleza de la demanda para impulsar también el crecimiento orgánico. Ese aumento de tamaño, además, no se ha traducido en una merma de la rentabilidad sino más bien en un lucrativo apalancamiento operativo para la mayoría de las empresas. Dentro del Ibex 35 sólo hay tres compañías que empeoran su resultado en los nueve primeros meses y ni una que vea reducido su tamaño.
Las perspectivas son inmejorables para el cuarto trimestre, con las plusvalías de Auna esperando a ser contabilizadas, y sin el lastre de los saneamientos que Repsol y Santander realizaron a cierre de año en 2004. El récord de beneficios se traducirá en récord de dividendos. Buenas noticias para los accionistas.