Competencia abre un expediente sancionador a Iberdrola y Enel Viesgo
La denuncia que Endesa presentó en marzo contra sus competidoras acusándolas de hundir los precios del pool eléctrico para obtener fuertes ingresos en el mercado de restricciones ya ha tenido sus consecuencias. El Tribunal de la Competencia ha abierto, por el momento, dos expedientes sancionadores contra Iberdrola y Enel Viesgo, que fueron las que obtuvieron mayores ingresos por dichas prácticas, según calculó Endesa.
Con fecha de 3 de noviembre el Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) abrió 'de oficio' sendos expedientes sancionadores contra Iberdrola y Enel Viesgo, por un abuso de posición dominante en el mercado mayorista de la electricidad (pool). Estos expedientes son la primera consecuencia de la sonada denuncia que el pasado 4 de marzo presentó Endesa contra sus competidoras (especialmente, contra Iberdrola, Enel Viesgo y Gas Natural) ante la Comisión Nacional de la Energía (CNE) y el Ministerio de Industria.
Tras haber sido ella misma acusada ocho meses antes por Gas Natural de manipular los precios a la baja en el pool, Endesa contraatacó acusando al resto de generadoras eléctricas (excepto a Cantábrico) de haber abusado del llamado mercado de restricciones 'para obtener fuertes precios' que no obtenían en el mercado diario. Endesa calculó que 'entre enero y septiembre de 2004, las centrales que se despacharon por restricciones ingresaron 460 millones de euros, lo que supuso un coste extraordinario de 242 millones (la diferencia entre el precio en este mercado y el diario). Según Endesa, de esa cantidad, 119 millones correspondían a Iberdrola; 64 millones a Viesgo (proporcionalmente, la más beneficiada, pues suponía el 21% de su producción) y 30 millones a Gas Natural.
La posición de Iberdrola
En el mercado mayorista que gestiona Omel el precio que se fija es el de la oferta más cara que consigue casar con la demanda, por lo que las centrales con ofertas superiores se quedan fuera. Sin embargo, existe la llamada resolución de restricciones que gestiona REE, tras recoger las casaciones de Omel. Como REE está obligada a cubrir la demanda de zonas que lo necesitan para evitar caídas de tensión, las cubre por restricciones con las centrales que han quedado fuera, pero al alto precio ofrecido originalmente.
Endesa denunció que en 2004 y en los dos primeros meses de 2005 sus competidores habían ofrecido sus ciclos combinados a precios desorbitados para ser repescados en las restricciones. Especialmente, denunció entonces Endesa, sus rivales 'jugaron ' con centrales ubicadas en zonas con problemas de abastecimiento.
Iberdrola augura que habrá más expedientes en los próximos días y señala que lo ocurrido 'fue consecuencia de un defecto del mercado que quedó corregido por el decreto del 25 de julio sobre restricciones técnicas', que permite hacer dos tipos de oferta. La eléctrica asegura que no tomará ninguna medida hasta que el TDC no se pronuncie definitivamente. En su caso se trataba de dos centrales y subraya que el impacto 'fue mínimo', menos del 3% de los ingresos.
VENGANZA. Las denuncias cruzadas por manipulación de precios
En julio de 2004 la CNE recibió la primera de un rosario de denuncias cruzadas por manipulación de precios en el mercado mayorista de la electricidad. Gas Natural acusaba entonces a Endesa de tirar los precios para poder cobrar los CTC. A la CNE le costó constatar estas prácticas.
En el mes de enero, tras la ola de frío polar, la propia Comisión abrió de oficio una investigación a la vista del fuerte incremento de los precios en el mercado.
Ya en marzo, Endesa contraatacó acusando al resto del sector de abusar del mercado de restricciones ofreciendo precios desorbitados por algunos ciclos combinados. La CNE remitió estos casos al Tribunal de la Competencia.
Pero la denuncia de Endesa no respondía, según fuentes del sector, a las denuncias previas que ella había recibido, sino a la venganza por el nuevo reparto del déficit de tarifa, que le perjudicaba especialmente.
En su denuncia, Endesa arremetió contra Iberdrola, sacando a la luz la 'drástica reducción de sus ofertas al mercado', que podían responder 'a indisponibilidades técnicas o a la falta de combustible'. Una dura acusación pues, en estos casos, las eléctricas no pueden cobrar la llamada garantía de potencia.