Un impuesto dañino en Baleares
No es habitual en política económica que las autoridades instauren un impuesto para reestructurar un sector, atajar la competencia desleal y a la vez regular una actividad que, según reconocen, 'carece de control'. Si además ese impuesto puede penalizar a los usuarios de los servicios, mientras se echan en falta medidas directas contra empresas que burlan la ley, el asunto ya parece de política ficción. Y es justo lo que se propone el Gobierno balear con una medida que prevé incluir en la ley de acompañamiento a los Presupuestos para 2006.
El Gobierno del popular Jaume Matas quiere gravar el alquiler de coches con un tributo de entre 4,5 y 5 euros por vehículo y día, según la cilindrada, además de una tasa por kilómetro. Su objetivo 'principal' es desincentivar a las empresas del sector que practican 'competencia desleal' al adquirir flota con descuentos fiscales y dar de baja los vehículos al día siguiente -o al fin de la temporada- para exportarlos con importantes beneficios. Esta práctica les facilita ofrecer tarifas por debajo del coste, según denuncian otras empresas, y pone en peligro a parte del sector. El Ejecutivo prevé recaudar así 12,5 millones de euros, que destinaría a reducir el elevado déficit sanitario de la Comunidad -unos 200 millones de euros, de los mayores agujeros per cápita entre todas las autonomías-.
Lo de menos es que sea el Gobierno que abolió la ecotasa, 'por castigar a los usuarios y sacrificar el sector' turístico, el que implante el impuesto. El desatino es suponer que el gravamen no repercutirá en los turistas. Y una prueba más del despropósito es el choque sobre la iniciativa entre las dos asociaciones del sector -una lo apoya, la otra lo califica de 'locura'-.
Siempre hemos defendido que las Administraciones territoriales hagan uso de la amplia capacidad recaudatoria que les otorga la ley. En este sentido, no es mala solución, como también prevé el proyecto, crear un registro de vehículos de alquiler, con los correspondientes pagos para darse de alta o de baja. Pero ese impuesto, como está diseñado, sería más dañino que otra cosa.