El futuro de la energía nuclear
La energía nuclear asegura menor dependencia del exterior y el bajo coste de su producción es indiscutible respecto a otras fuentes energéticas. Es la opinión defendida por el autor, que se incorpora al Debate Abierto en Cinco Días sobre el futuro de este tipo de energía
La energía nuclear siempre ha estado a debate y casi siempre ha sido protagonista de cierta controversia. El debate que el Gobierno plantea para los próximos meses sobre las centrales nucleares también está abierto en otros países. Francia, por ejemplo, con su nuevo reactor EPR ya en proceso de construcción ha debatido durante más de dos años sobre esta fuente de energía y ha abierto el debate a la opinión pública. Finlandia, tras encuestas a la opinión pública, votaciones en su Parlamento y mucho debate, también ha decido la construcción de nuevos reactores. Bélgica, Suecia y Alemania, países que se han planteado el cierre paulatino de sus centrales nucleares, se están cuestionando aparcar para un futuro cualquier decisión que comprometa el funcionamiento de sus reactores. Hasta Italia, que decidió no contar con la energía nuclear hace décadas, ahora está en pleno debate sobre el uso de esta fuente como alternativa a su excesiva dependencia externa.
Mientras, con o sin debate, los nueve reactores nucleares españoles están produciendo un cuarto de la electricidad que consumimos. La aportación nuclear en el sistema eléctrico nacional asegura una electricidad de base que no se ve afectada por factores climatológicos y tampoco por los elevados precios de los combustibles como el petróleo o gas. Las centrales nucleares producen una electricidad limpia, que no emite gases de efecto invernadero y con un coste estable y absolutamente competitivo respecto a otras fuentes de energía.
Para la industria nuclear, el debate que el Gobierno abre sobre la energía nuclear supone una iniciativa muy positiva. Seguramente, aunque suponga hacer diagnósticos arriesgados, tras el debate entre las partes que el Gobierno considere como interlocutores para este tema, se concluirá que la energía nuclear es necesaria para responder a la demanda de electricidad actual y además enfrentarse con éxito al crecimiento de la misma previsible para los próximos años.
No se trata de apoyar una única fuente de energía, la garantía de suministro a precios ambientales razonables precisa contar con todas las disponibles
Por otra parte, cualquier medida enfocada al ahorro energético debe ser bienvenida por todos los sectores y también por la opinión pública. No cabe duda de que es necesario concienciarse de la necesidad de ahorrar energía, igual que la sociedad ya ha comenzado a entender la necesidad de ahorrar agua. No obstante, con todo el ahorro energético que seamos capaces de conseguir, el desarrollo económico del país conlleva un aumento de consumo de electricidad. Así, España tiene que disponer de energía abundante, barata, limpia y de buena calidad. La energía nuclear cumple con los requisitos. No se trata de apoyar una única fuente de energía, la garantía de suministro a precios ambientales y económicos razonables precisa contar con todas las fuentes de energía disponibles tecnológicamente y la energía nuclear es una de ellas.
El debate real va más allá de energía nuclear si o no. Esta cuestión ya fue planteada en el pasado por los grupos antinucleares y las centrales nucleares se han seguido construyendo en los países desarrollados. El debate necesario tiene que girar sobre dos factores: una adecuada diversificación de fuentes en nuestro sistema y una mejora en la capacidad de interconexión con otros países. Estos dos factores serán las claves del verdadero debate y será nuestra responsabilidad con las futuras generaciones tomar decisiones que afecten a medio y largo plazo, más allá de los periodos de alternancia política.
Ninguna única fuente de energía es la panacea, pero la energía nuclear es la que más se acerca a llegar a serlo, porque presenta ventajas muy competitivas que hay que considerar en su conjunto. Una de las ventajas que en nuestro entorno se perfila como relevante es que asegura una menor dependencia energética externa. Por otro lado, es indiscutible el bajo coste de la producción nuclear respecto a otras energías.
El debate sobre el modelo energético interesa a todos, incluyendo al sector nuclear. Es previsible que si no hay nuevos proyectos de centrales nucleares en nuestro país, la generación eléctrica a partir de la nuclear irá reduciendo su peso en la estructura energética. Es una cuestión matemática. Si no se aumenta la capacidad nuclear y se incrementa el consumo eléctrico, el tanto por ciento nuclear disminuirá respecto a otras energías.
No obstante, las centrales nucleares actuales con una potencia de 7,9 GW y una producción de 63.675 GWh (datos 2004) tienen una larga trayectoria por delante y minimizar la incertidumbre sobre su futuro es una garantía para la propia industria, el sector nuclear y, también, para el sistema eléctrico en su totalidad.
La convocatoria de la anunciada Mesa del Diálogo sobre la Evolución de la Energía Nuclear en España es una iniciativa bienvenida, y esperamos que sirva para definir nuestro sistema eléctrico y suponga también una oportunidad para reconocer el papel que las centrales nucleares desempeñan en la producción de electricidad y sea objeto de menos controversia y más apoyo por la opinión pública, como ya está ocurriendo en los países más desarrollados de nuestro entorno.