Las empresas se dejan guiar por la psicología budista
Hace tres meses, empleados y directores de los laboratorios Roche se pusieron en las manos de un maestro de yoga. El motivo no era otro que aprender a respirar y a relajarse para liberar tensiones. El profesor elegido por Roche fue Ramiro Calle, un pionero del yoga en España y responsable de que cada vez más las empresas se dejen guiar por la psicología budista para crear buen ambiente laboral. Ahora Calle acaba de publicar La psicología del sosiego en el trabajo y la empresa (RBA, 2005) con un objetivo claro, 'humanizar la empresa'.
Según explica este maestro de yoga, en su libro trata de 'transmitir las pautas de la psicología oriental (yoga y psicología budista) para ayudar a cambiar el modelo de empresa, para salir de la penumbra en la que se está porque el trabajo es importante, pero más importante es la salud mental'.
Calle no sólo es un experto orientalista sino que conoce desde dentro las empresas. Además de tener entre sus alumnos a personas de la política como Rodrigo Rato, de la banca como Matías Rodríguez Inciarte o de la empresa, como las hermanas Koplowitz, Ramiro Calle es hijo y hermano de empresarios. Al tiempo, cada vez más compañías demandan sus enseñanzas. De todos ha aprendido que 'la empresa crea desazón, hostilidad y rivalidad y esto hay que cambiarlo'.
En su nuevo libro, la esencia está en el sosiego. Preguntado por la clave para alcanzarlo no lo duda: 'es la energía de más claridad, es la ecuanimidad, es el equilibrio de ánimo, que significa que a pesar de las adversidades se sabe tener firmeza y mente serena', responde.
Las actitudes amigas para el trabajo, el cuidado del reloj biopsíquico y las técnicas del bienestar y el sosiego son algunos de los temas abordados en el libro de Calle. Entre los principios medulares del karma-yoga que resume en sus páginas figura 'haz lo mejor que puedas en cualquier momento y circunstancia' o 'valora el proceso y no sólo la meta'. Pero también ofrece una guía de 17 puntos que Calle ha ido elaborando con los años. Cooperar con diligencia, pero sin docilidad ni abyección es la primera de las pautas propuestas.
Pero todo el libro está plagado de perlas que ayudarán en los peores momentos. Por ejemplo, si no se pueden controlar las circunstancias externas, hay que controlar la actitud ante ellas y recordar lo que decía Buda: 'Entre los desasosegados, sosiego'. El libro de Calle también recoge ejercicios. Por ejemplo, para mantenerse imperturbable hay que transformarse en espectador de todo lo que va desfilando por la mente y para aislarse por unos minutos, nada mejor que practicar la meditación del silencio. Se trata de ignorar todo hasta crear un espacio interior de silencio. El libro se puede poner en práctica en solitario, pero es bueno que alguien enseñe a respirar y a controlar la mente.