Estados Unidos llama al ahorro de energía
El paso de los huracanes Katrina y Rita en el Golfo de México, ha forzado a los estadounidenses a pensar en un concepto con una mínima y esporádica trayectoria histórica en el país: el ahorro de energía. El Gobierno, que hasta hace apenas unos días no tenía la palabra ahorro en su vocabulario energético, puso ayer en marcha una rara campaña para concienciar a los ciudadanos. El arranque de ésta coincidió con la publicación de una entrevista en USA Today al secretario de Energía, Samuel Bodman quien advirtió de que pasarán, al menos, seis meses antes de que los precios y la producción vuelvan a los niveles previos a los huracanes.
Bodman advirtió de que incluso podría haber algunos problemas de suministro. Eso es algo ya sugerido por los intermediarios de los mercados de gas natural, que es donde se están viendo las mayores subidas de precios. Los consumidores que necesitan este gas verán como los costes se pueden disparar un 52% con respecto a los del invierno anterior, según la Administración de Información de la Energía. Este servicio avisa que la factura eléctrica puede subir un 11%. Bodman afirmaba que todavía no hay un informe preciso de los daños causados por los huracanes en la zona del Golfo, el corazón energético del país, y que llevará entre dos y tres semanas completarlo.
De momento, el fin de semana se inició apenas el 2% de la producción de petróleo en el Golfo y el 21% de la de gas natural. El Golfo es responsable del 30% del petróleo que se produce en EE UU y el 19% del gas natural.
A la campaña del Gobierno se han sumado las petroleras y desde hace días compañías como Exxon y Chevron insertan publicidades en los diarios a toda página en las que urgen al ahorro y el consumo inteligente. Mike Jackson, presidente de AutoNation, la mayor cadena de concesionarios, afirmaba ayer que es hora de elevar los impuestos sobre la gasolina.
Son consejos importantes para un país que según las estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía iba a tener una factura eléctrica y petrolera de 1,08 billones de dólares en 2005, un 24% más que el año pasado. Las estimaciones no reflejan aún el impacto de Rita y Katrina, que han añadido una presión alcista a unos precios afectados por la tensa demanda.
La Casa Blanca también se aprieta el cinturón
No ha pasado tiempo suficiente como para que el polvo de las hemerotecas impida la relectura de esta frase. El ahorro es una 'virtud personal pero no puede ser la base de una política energética nacional'. Su autor es Dick Cheney quien estos días está pasando más calor que antes en su oficina de la vicepresidencia por la puesta en marcha de una política de ahorro en la mismísima Casa Blanca.En la base del Gobierno de EE UU, desde donde no se habla de conservar energía desde la época de Jimmy Carter, se ha cambiado la temperatura de los termostatos, se están apagando las computadoras y fotocopiadoras por la noche y se habla de subvencionar el bonometro a los trabajadores.