Los inversores europeos soportan costes mayores que los de EE UU
Invertir en Estados Unidos es más barato que hacerlo en Europa. Los inversores europeos en fondos de inversión llegan a pagar hasta el doble que los estadounidenses en concepto de comisiones y otros costes como los de administración o corretaje.
La diferente estructura que tienen los mercados europeo y estadounidense determina que los inversores del primero soporten mayores costes en sus fondos de inversión que los del segundo. Según un estudio de Fitzrovia, compañía perteneciente a Lipper, los fondos europeos soportan unos costes totales medios (TER en sus siglas en inglés, total expense ratio), de hasta el doble que los productos equivalentes que se comercializan en Estados Unidos.
Esta situación es especialmente relevante en los fondos de renta variable gestionados de manera activa, los cuales suelen tener asociados unos costes mayores que otros productos de más fácil gestión como los de renta fija doméstica. Los fondos europeos de renta variable global gestionados activamente tienen un TER del 1,79% sobre el patrimonio total del fondo, frente al 0,92% de los fondos estadounidenses de la misma categoría.
La clave, según Fitzrovia, reside en la estructura de los mercados europeo y estadounidense. 'La industria de EE UU de fondos de inversión se percibe claramente como un mercado único y unificado. En contraste, Europa permanece como una colección de mercados con diferentes reguladores, actitudes de los inversores, apetitos por el riesgo y prácticas de distribución', señala el informe de Fitzrovia.
Esta circunstancia incide en los costes en la medida en que la variedad de mercados termina por aumentar los costes de distribución.
No obstante, según Fitzrovia, la clave principal de la diferencia de costes reside sobre todo en el tamaño del mercado. EE UU es un mercado de 8,1 billones de dólares (unos 6,8 billones de euros) invertidos en fondos mientras que el europeo tiene 5,5 billones, con una cuota mundial por patrimonio del 50% y del 34%, respectivamente. Curiosamente, EE UU tiene el 15% de la cuota mundial por número de fondos frente al 52% de Europa. Es decir, que los fondos estadounidenses son menos en número pero mayores, de media, en tamaño.
Al ser más grandes, los fondos pueden aprovechar las economías de escala y reducir sus costes de corretaje o administración, por poner dos ejemplos.
Competitividad del promotor
El principal motor para la fijación de las comisiones es la política del promotor del fondo para ser más o menos competitivo. Esta competitividad afecta sobre todo a las comisiones de asesoramiento y de gestión, aunque el promotor tendrá que tener en cuenta la tolerancia del inversor a unos u otros niveles de comisiones.
Distribución del producto
El canal de distribución de un fondo varía bastante según el mercado de que se trate. Mientras en unos casos el gestor o promotor del fondo lo vende directamente al inversor, en otros es necesaria la acción de un intermediario o un asesor financiero. A más intermediarios, mayores serán los costes del fondo.
Activos en cartera
La política de inversión del fondo y los activos en cartera tienen mucho impacto en los costes y las comisiones del fondo. Cuanto más activa es la gestión de la cartera, mayor es la comisión que soporta el partícipe. Asimismo, es más caro el corretaje con renta variable internacional, por ejemplo, que con bonos domésticos.
Tamaño del fondo
Un aspecto que incide mucho en el coste de un fondo es su tamaño. Cuanto mayor es el patrimonio mayores son las economías de escala. En Europa se restringe a los costes no ligados a la gestión como corretaje o auditoría. En EE UU, los fondos suelen reducir sus comisiones cuando rebasan ciertas barreras patrimoniales.