La crisis de Unesa pone en jaque la supervivencia de la patronal
La dimisión del presidente de Unesa, Íñigo de Oriol, cantada desde la semana tras conocerse la opa hostil de Gas Natural sobre Endesa y en la que participa Iberdrola (empresa presidida por él) no se produjo, finalmente, en la junta directiva de la patronal. La renuncia se resolvió en una reunión de presidentes de las eléctricas que integran Unesa (Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa, Cantábrico y Enel-Viesgo) que no aceptaron la propuesta del propio Oriol de que sea Pedro Rivero, vicepresidente de la patronal quien le sustituye, en tanto se resuelve la crisis abierta por la operación de Gas Natural.
La designación de Pedro Rivero, que no está vinculado a ninguna de las eléctricas que integran Unesa, habría supuesto romper la tradición de la patronal que, a lo largo de sus 51 años de historia, siempre ha contado con la presidencia de un representante de las compañías a las que representa.
En una escueta nota de prensa, Unesa informó ayer: 'En la mañana de hoy se han reunido en nuestra sede social los presidentes de las empresas, pero no se ha celebrado la junta directiva de la asociación. Cuando se reúna la Junta Directiva se informará oportunamente. A lo largo del día de hoy, esta oficina de Prensa no hará comentarios, ni oficiales ni oficiosos, al respecto'. Por lo tanto, será la junta la que ratifique una dimisión, pues es el órgano competente en estos casos.
Fuentes presentes en la reunión aseguran que tras la dimisión, los allí presentes se levantaron y se fueron. Fuentes cercanas a Unesa aseguran que la patronal ha quedado 'hecha pedazos'. A la reunión acudieron todos los presidentes, incluido el de Endesa, Manuel Pizarro, a pesar de que la compañía había renunciado a participar en cualquier actividad de la patronal en la que estuviera presente Iberdrola. Con su dimisión Oriol pretendía desbloquear la crisis surgida en el seno de Unesa debido al acuerdo de venta de activos entre Gas Natural e Iberdrola en el caso de que prospere la oferta de compra de la gasística sobre Endesa.
El fuerte enfrentamiento entre los dos grandes competidores, ha dejado a la patronal en una crisis abierta y de difícil solución. Fuentes del sector aseguran que las empresas incluso se están cuestionando la supervivencia de Unesa, una asociación cuya unidad comenzó a resquebrajarse desde la llegada de Ignacio Sánchez Galán a Iberdrola, en cuya presidencia sustituirá a Oriol el próximo año.
La crisis de Unesa se produce en vísperas de que el Gobierno aborde una reforma del sector eléctrico, indican en el sector y temen que deje a éste sin interlocutor con el Ministerio de Industria.
Según fuentes cercanas a la patronal, la otra opción que se había manejado para sustituir al presidente de Iberdrola al frente de Unesa, era nombrar al actual presidente de Unión Fenosa, Antonio Basagoiti, pero ni siquiera llegó a plantearse.
Para Fenosa, presidir en estos momentos la patronal, es 'una dura papeleta', indican fuentes cercanas a la empresa, pues las 'posiciones de Endesa e Iberdrola están tan radicalmente enfrentadas que no tienen solución. La compañía que dirige Sánchez Galán ha llegado a un acuerdo con Gas Natural para comprar una parte de los activos de Endesa en España y Europa, si la opa prospera.
La patronal de Oriol
El peso en Unesa de Endesa e Iberdrola ha sido parejo (entre las dos controlan casi un 80% del mercado de generación), pero moralmente, el lazo afectivo de Iberdrola con la patronal ha sido mayor. Esta asociación fue fundada, precisamente por el padre de Íñigo de Oriol, José María de Oriol, entonces presidente de Hidroeléctrica Española, y al que se ha considerado siempre 'el padre de la criatura'. De hecho, entre las empresas eléctricas se ha llegado a reprochar a Oriol 'que haya puesto en jaque la unidad de una asociación tan ligada a la familia'. Sin embargo, Iberdrola, que no ha hecho ni una sola declaración en una crisis a la que Oriol se ha enfrentado solo, ya está gobernada por Sánchez Galán.