Cisma en Unesa
Unesa se creó por iniciativa de 18 empresas eléctricas en 1944 con la denominación de Unidad Eléctrica, SA. Sus miembros -decrecientes en número por la concentración del sector- no han hecho siempre gala de esa unidad, pero la patronal eléctrica nunca había atravesado una crisis tan grave como la que ayer forzo la dimisión de Íñigo de Oriol. El pacto de Iberdrola, presidida por el propio Oriol, para respaldar la opa de Gas Natural sobre Endesa ha puesto al sector en su contra. El enfrentamiento ha llegado a tal punto que las eléctricas no han sido capaces de pactar una salida amistosa y Unesa se enfrenta al riesgo de parálisis institucional. La existencia de una patronal ha de ser compatible con la competencia entre sus integrantes. Lo contrario sólo iría en contra de los consumidores y en favor de un corporativismo mal entendido. El duro enfrentamiento entre Endesa e Iberdrola hace que resulte lógico que ninguna de ellas esté al frente de la patronal. Pero el sector debería preservar una institución que ha defendido sus intereses con eficacia y que es un interlocutor crucial de cara a la reforma del sector que prepara el Ejecutivo.