Más protección para el cliente
La normativa que prepara el Tesoro para regular la venta a distancia de productos y servicios financieros supondrá un paso importante en el objetivo de crear un auténtico mercado único europeo. Hasta ahora, contratar una hipoteca, un seguro de vida o un depósito en una entidad financiera de la Unión Europea diferente al lugar de residencia del consumidor ha sido prácticamente una quimera, debido a las disparidad de legislaciones entre los países.
La adaptación de esta directiva comunitaria, que data de septiembre de 2002, supondrá la armonización necesaria para que las reglas de juego sean similares en todos los países socios. Un paso previo ineludible para que los usuarios europeos se sientan protegidos y la venta transfronteriza masiva de este tipo de productos sea realmente factible.
La normativa que está preparando el Gobierno establece unos criterios de información muy rigurosos para la banca, las aseguradoras y las gestoras de fondos y de pensiones. Además, incluye también nuevas figuras como el 'derecho de desistimiento', que otorga a los usuarios un plazo de 14 días para rescindir un contrato sin necesidad de argumentar motivo alguno ni estar sujeto a ningún tipo de penalización. Otro requisito es que las ofertas hechas por las entidades y los contratos sellados con los clientes queden reflejados en algún tipo de soporte duradero, como el papel, de manera que el usuario pueda disponer de ellos y conservarlos con facilidad.
Son reformas necesarias en este ámbito si se quiere fomentar la competencia dentro de la Unión Europea y la libre circulación de capitales. Pero también son un marco que aporta más protección a los clientes, lo que, al final, siempre redunda en la mejora del negocio.