El Gobierno italiano crea un comité para investigar si Fazio favoreció a BPI
El Gobierno italiano reaccionó ayer a las acusaciones contra Antonio Fazio por presunta parcialidad en su actuación como máximo responsable del Banco de Italia. El Ejecutivo anunció por boca del ministro de Trabajo, Roberto Maroni, que creará un comité interministerial para investigar si Fazio dio trato de favor a la Banca Popolare Italiana (BPI) en la opa que la entidad lanzó sobre Antonveneta. También constató el temor a que se resienta la imagen del sistema bancario italiano en Europa.
Maroni desmintió que el Gobierno planeara modificar el carácter vitalicio del cargo de gobernador del Banco de Italia, argumentando que no tiene competencias para ello. El responsable de Trabajo negó que en el Consejo de Ministros celebrado ayer se hubieran presentado 'actos de acusación' contra Fazio. El primer ministro, Silvio Berlusconi, excusó su ausencia de la reunión del gabinete por enfermedad.
Mientras se reunía el Gobierno, diversos líderes de la oposición pedían la dimisión de Fazio, cuya situación se complicó ayer más como consecuencia de nuevas revelaciones periodísticas. A las escuchas ya publicadas, se unió la difusión de una conversación telefónica en la que la mujer de Fazio, Cristina Rosati, tranquilizaba al presidente de BPI, Giampero Fiorani, porque el banco central todavía no le había autorizado a lanzar la oferta de compra de Antonveneta.
La inhabilitación por al menos dos meses de Fiorani, decidida el martes por una jueza del Tribunal de Milán, ha obligado al consejo de administración de BPI a nombrar un sustituto. Giorgo Olmo, hasta ahora vicepresidente de la entidad, fue designado en la madrugada de ayer como nuevo consejero delegado.
La jueza acusó ayer a Fiorani de ser el 'verdadero promotor y organizador' de las irregularidades y de llevar a cabo actos de 'piratería financiera'.