La brecha exterior
Van pasando los meses y el agujero comercial con el exterior se agrava. Hasta mayo, el déficit acumulado es ya de 29.700 millones de euros, un 40,3% más que en los cinco primeros meses del ejercicio anterior, provocado por unas importaciones mucho más dinámicas que las exportaciones españolas. Resulta intranquilizador comprobar cómo tanto Gobierno como empresarios tienen perfectamente identificado el problema (la escasa competitividad de la economía), pero se muestran incapaces de resolverlo. El Ejecutivo pide tiempo para que surtan efecto los planes de promoción comercial que todavía no ha acabado de presentar. Los empresarios, por su parte, reconocen que deben tomarse en serio lo de salir al exterior para ampliar mercados. Pero todo sigue igual. En un mundo tan globalizado no basta con detectar el problema. Es necesario que las soluciones se adopten con celeridad para no acabar muriendo en el intento.