El crudo y las compras industriales disparan un 40% el déficit comercial hasta mayo
El sector exterior sigue preso de un grave problema de competitividad. De enero a mayo, el déficit comercial acumulado ha llegado a 29.701,8 millones de euros, un 40,3% más que en el mismo periodo del año anterior, según los datos hechos públicos ayer por la Secretaría de Estado de Comercio.
El ingente crecimiento del déficit comercial se ha producido a pesar de la ligera recuperación de las exportaciones que, con un aumento interanual del 3,8%, han alcanzado 62.642,9 millones de euros hasta mayo. El problema se encuentra en que, mientras las ventas al exterior crecen en torno al 4%, las importaciones se han acelerado mucho más, aumentado a un ritmo del 13,2%, hasta 92.344 millones de euros. De esta forma, la tasa de cobertura del comercio español se ha situado a finales de mayo en sólo el 67,8%, 6,2 puntos menos que un año antes. Es decir, las exportaciones españolas sólo cubren dos tercios del volumen de importaciones de productos foráneos, cuando hace tres años este porcentaje rondaba el 80%.
Un análisis más sosegado del comportamiento del comercio exterior revela cómo esta mala situación, arrastrada desde hace año y medio, se ha agravado en el mes de mayo, por la fuerte incidencia de dos factores claves en la balanza de pagos española como son la factura energética y los intercambios industriales.
En el primer caso, el continuo alza del precio del barril de crudo se está dejando notar sobre las cuentas con el exterior, en una economía como la española con fuerte dependencia energética. Así, las importaciones de productos energéticos han crecido en los cinco primeros meses un 36,7%, alcanzando 9.246 millones de euros, siendo responsables ya de un tercio del déficit comercial acumulado. Han crecido también, a igual forma (un 60%), las compras de gas natural, arrastradas por el encarecimiento del petróleo.
Las importaciones de China crecen un 37%, mientras que las exportaciones a Italia caen un 7%
El otro factor a tener en cuenta es la recuperación que está viviendo la industria española y que tira con fuerza de las importaciones, sobre todo, de bienes de equipo, con un alza del 17,4%. Destaca en este apartado, las compras de maquinaria, tanto pesada como de uso general.
Las manufacturas de consumo mantienen también un comportamiento muy dinámico. Las importaciones aumentan al 14,2% al tiempo que las exportaciones caen un 0,9%, agravando el agujero comercial. Aquí cobra relevancia el fuerte desequilibrio en sectores como el textil y el calzado, muy afectados por la competencia de los mercados asiáticos emergentes. En esta línea, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, reconoció ayer en los cursos de verano de El Escorial una 'cierta pérdida de competitividad' de la economía española.
El Gobierno pide tiempo
Vegara indicó que los planes de internacionalización de pymes aprobados por el Gobierno ayudarán a mejorar la competitividad de las empresas, 'aunque a este proceso no puede darse la vuelta en sólo unos meses'.
Un análisis por áreas geográficas revela datos importantes. La UE sigue siendo el principal socio de España, hacia donde van el 74% de las exportaciones y de donde llegan el 62% de las importaciones. El comercio con el área se ha recuperado, especialmente con Alemania y Francia, los principales clientes, a donde las ventas han aumentado al 5,8% y 10,5%, respectivamente. Sin embargo, estos datos hay que medirlos en términos relativos. Primero porque, al igual que se han recuperado las exportaciones a estos países, también lo han hecho las compras con lo que se mantiene el desfase. En segundo lugar, porque sigue habiendo importantes socios comerciales en la UE, como Italia y Reino Unido, en donde las exportaciones siguen en tasas negativas (-7,2% y -6,3% respectivamente).
A ello hay que sumar el fuerte deterioro comercial con otras áreas del planeta. La primera de ellas es la asiática. El saldo comercial con Asia arroja hasta mayo un fuerte desfase negativo de 10.600 millones de euros, un tercio del total. Sobresale el déficit con China. Aunque la Secretaría de Estado de Comercio destaca el aumento de las venta españolas hacia ese país (crecen un 12%), lo cierto es que las importaciones procedentes de China lo hacen mucho más, al 37%. China, por sí sola, aporta un desfase de 3.688 millones de euros a las cuentas exteriores de España.
El euro más barato mejora el clima exportador alemán
Mientras España sufre con el sangrante déficit comercial no pasa lo mismo en otros países, tradicionalmente más competitivos como Alemania. Así lo pone de manifiesto la última encuesta del Instituto económico germano IFO del mes de julio, en donde revela que la confianza de los empresarios alemanes en su economía se ha elevado hasta los 95 puntos, frente a los 93,3 de junio.Las causas de este alza en la confianza empresarial están en la depreciación del euro frente al dólar, que ha mejorado las perspectivas de las exportaciones germanas, y en la opinión generalizada de que habrá una renovación en la cancillería alemana, a favor de Angela Merkel, derivado de las elecciones generales a celebrar en septiembre.Las expectativas han mejorado en las ventas al por mayor y las manufacturas. Por contra, los empresarios esperan un peor comportamiento en el comercio minorista (el consumo sigue débil en el país) y en la construcción. Mientras tanto, la inflación prosigue su escalada también en Alemania. En julio repuntó una décima, hasta el 1,9%, según los datos preliminares de la Oficina Federal de Estadística.