El popular mago Harry Potter sale en defensa de los bosques
Los bosques de Hogarts son el hogar de criaturas mágicas como unicornios y centauros', escribe J. K. Rowling. Y no, no es la primera frase de la sexta entrega que narra la historia del niño mago Harry Potter and the half blood prince, que llega a las librerías de habla inglesa el próximo sábado. Es el inicio del reconocimiento que Rowling hizo a la editorial Raincoast de Canadá por imprimir el quinto libro, La orden del Fénix, en papel 100% reciclado. La autora aseguraba que puesto que los canadienses utilizaban papel que no provenía de bosques antiguos, 'los libros de Harry Potter están ayudando a salvar los magníficos bosques del mundo muggle (los no magos)'.
Las ONG Greenpeace y la National Wildlife Federation (NWF) quieren que sea así en todo el mundo, y están aprovechando el garantizado éxito de ventas de Harry Potter para presionar a las editoriales para que usen más papel reciclado. En su campaña, estas dos organizaciones ecologistas han solicitado a los lectores estadounidenses que compren el último libro en Canadá porque Raincoast vuelve a publicar las aventuras de Potter en papel 100% reciclado mientras Scholastic, responsable de la edición de EE UU, no.
Ambas organizaciones han puesto en sus sitios web un enlace con la página en Canadá del portal de ventas en la red Amazon. Así tratan de facilitar las cosas a los más preocupados por el medio ambiente. Aunque Rowling no ha dado su apoyo explícito a esta campaña, en Greenpeace se hacen eco de su sentir con respecto a la cuestión medioambiental.
En la ONG justifican esta acción porque según su portavoz, Pam Weller, Scholastic 'está usando papel de bosques antiguos'. 'Desafortunadamente la editorial de Harry Potter en EE UU está contribuyendo a la destrucción de los bosques boreales de Norteamérica al no imprimir el último Harry Potter con papel reciclado', señala por su parte NWF en internet.
En Scholastic, donde ya han imprimido 10,8 millones de copias, aseguran que usan papel que no proviene de bosques en peligro o antiguos, aquellos que según Weller tienen más de 1.000 años. Desde la editorial explican que utilizan un cierto porcentaje de papel reciclado, pero 'no damos cifras', decía a este diario su portavoz. Las asociaciones ecologistas tampoco han obtenido más información.
Greenpeace desconoce aún el alcance de su acción a favor de los libros canadienses, pero Weller señala que hasta ahora han llegado alrededor de 13.000 cartas a Scholastic dándoles las razones ecológicas que les llevan a comprar su libro en el país vecino. De momento, están contentos porque han concienciado a otras editoriales. La alemana Carlsen hará lo que Raincoast, mientras que las ediciones de Bloomsbury, en Reino Unido, utilizará en un 30% una pulpa de papel certificada como ecológica.
La campaña que capitaliza el éxito de Potter no es nueva. La española Mondadori, por ejemplo, ya publica las obras de Isabel Allende en este papel. Aunque Harry Potter pone la magia de los superventas; autores como Allende, Helen Fielding, Günter Grass y Alice Munro se han sumado a las organizaciones ecologistas y presionan a sus editoras para que impriman sus obras en formato ecológico.
Greenpeace y NWF han puesto en sus webs enlaces a la página de Amazon Canadá para que los lectores adquieran por internet ejemplares ecológicos