La actividad económica manda otra vez en Bolsa tras la crisis de Londres
Según se alejan los ecos de la masacre terrorista en Londres, los indicadores económicos vuelven a dominar las Bolsas. El mercado digerirá esta semana los datos de IPC en EE UU, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y España. El viernes llegará otra cifra clave, los resultados trimestrales de General Electric.
El mercado aprende de la experiencia reciente. Los efectos son los mismos, pero amortiguándose: mayor aversión al riesgo, caída de la Bolsa y el dólar y huida a los bonos. El mayor impacto fue en el 11-S, en el 11-M la Bolsa tardó tres días en corregir y en el caso de Londres fueron unas horas', así resumía la situación de la semana pasada Juan Laborda, director de estrategia de Barclays Bank. Salvo el Ibex y el Dax, los índices de Europa y Wall Street abren este lunes por encima de dónde estaban hace exactamente una semana y eso significa situarse en máximos del año o muy cerca de ellos.
La atención del mercado está ahora más centrada en la escalada espectacular del crudo, que ha subido casi un 50% en lo que va de año. De momento, el tirón de las materias primas no se ha notado en los precios al consumo, que se mantienen en el 2,8% en EE UU en tasa interanual y en el 1,7% tanto en Francia como en Alemania.
Los datos de IPC pueden ser interpretados en un doble sentido. Por un lado, la estabilidad de precios incentiva el consumo y frena la subida de tipos de interés. Pero la cruz de la moneda es que los bajos niveles de precios son también un síntoma de pérdida de poder de fijación de precios por parte de las empresas.
La temporada de presentación de resultados centra el interés de Wall Street
De hecho, JPMorgan espera que las empresas del S&P 500 registren un crecimiento cero de beneficios el año que viene. La temporada de resultados en EE UU comenzó oficialmente el jueves pasado con la publicación de los datos de Alcoa y las noticias fueron esperanzadoras; los ingresos del segundo trimestre crecieron un 13% respecto al mismo periodo del año pasado y ascendieron a 6.800 millones de dólares (más de 5.700 millones de euros), lo que presenta el mejor dato trimestral en la historia de la fabricante de aluminio. Los inversores esperan que General Electric apuntale esta tendencia positiva el próximo viernes.
'El caso de Londres puede servir de excusa para los trapos sucios de algunos resultados empresariales, pero no hay un impacto negativo. El escenario de crecimiento moderado sigue ahí y además hay muchísima liquidez que está entrando en el mercado. Si antes había cierta ansiedad en los inversores, tras las caídas iniciales del jueves está claro que los niveles bajos de la Bolsa no se van a volver a ver', apunta Prem Thapar, de BNP Paribas.
Subidas mayores al 10%
Los tipos de interés llevan en la zona euro dos años en los niveles más bajos desde la II Guerra Mundial y eso se nota en los mercados. Zurich, Amsterdam, Estocolmo y París acumulan este año ganancias superiores al 10%. El índice Euro Stoxx mejora un 10,89%. Las plazas de Milán, Fráncfort y Londres, las de los países con economías más problemáticas también logran ganancias de entre el 6% y casi el 9%.
En España, el mercado continuo registró el fatídico jueves pasado el segundo volumen de negocio más alto de su historia, superando los 6.000 millones; el viernes se movieron casi 3.900 millones. Tras ganar un 50% entre 2003 y 2004, el Ibex aún tiene fuerza para sostener este año una ganancia del 7,85%.
'La lectura es que un atentado puntual no tiene efectos ni en la economía, ni en el mercado', concluye Nicolás López, de M& G Valores. Pero el estratega advierte: 'Este atentado se enmarca en una guerra contra el terrorismo que si podría afectar si en algún momento los ciudadanos llegaran a pensar que esa batalla se está perdiendo'.
Tipos: El golpe terrorista llega en una coyuntura diferente a la del 11-S
El hecho diferencial entre el 7-J de Londres y el 11-S de Nueva York, que motivó una acción concertada de los bancos centrales, es que en 2001 EE UU arrastraba dos trimestres consecutivos de contracción, lo que en economía se denomina como recesión técnica.'Ahora hay una desaceleración cíclica, pero no de la magnitud de entonces', apunta Juan Laborda, de Barclays Bank. 'Para que el BCE baje tipos es necesario que haya datos peores, porque a priori no hay impacto en el consumo', destaca Laborda. 'Otro caso es del Banco de Inglaterra; allí no es descartable un descenso porque el Reino Unido lleva tres meses consecutivos de caídas en las ventas minoristas', añade el economista de Barclays Bank.Los tipos en Europa están en el 2%, frente al 4,25% que marcaban antes del 11-S. En el Reino Unido, los tipos estaban entonces al 5%; ahora están en el 4,75%.
Crudo: El peso de las convulsiones geopolíticas en la cotización
Uno de los fenómenos opuestos a la reacción tradicional del mercado a impactos de la envergadura del atentado en Londres fue el descenso inicial del precio del petróleo. En los peores momentos, el barril llegó a caer cerca de un 9%, aunque luego terminó rebotando y cotiza otra vez a 60 dólares.'Me llamó mucho la atención la caída del crudo', reconoce Prem Thapar, de BNP Paribas. 'Hasta ahora, cualquier acontecimiento geopolítico había hecho disparar el precio y si ahora resulta que el factor geopolítico ya está superado, entonces lo más probable es que el petróleo empiece a caer tarde o temprano de una manera sostenida', añade.Thapar hace hincapié en el hecho de que mientras que el petróleo ha subido casi un 50% este año, las petroleras han ganado en Bolsa un 30%. 'Esto significa que las petroleras no se están valorando a 60 dólares por barril, sino a 40'.