Cautela, la palabra de moda en verano
El exceso de liquidez que hay en los mercados, generado por unos tipos de interés en niveles muy bajos, se ha convertido en un soporte para las Bolsas, muchas de las cuales, incluida la española, cotizan a estas alturas en su cota más elevada de los últimos cuatro años.
Cuentan los analistas y estrategas financieros que el comportamiento alcista de las Bolsas obedece más a una falta de alternativas que a un convencimiento de subidas futuras sólidas. Es decir, frente a los bonos a largo plazo, por ejemplo, la Bolsa está más barata que la renta fija. Claro que los bonos a largo cotizan en zona de máximos.
La pregunta en boca de muchos es qué va a pasar ahora, durante el segundo semestre que acaba de comenzar. Y la respuesta, salvo que se tengan artes adivinatorias, nunca será concluyente. Pero sí hay señales que pueden servir de orientación.
El segundo semestre, al menos los primeros meses, parece aconsejar sobre todo cautela. Los analistas no le quitan ojo al precio del petróleo, que de nuevo ha conquistado máximos históricos superando en Nueva York la cota psicológica de 60 dólares.
Lo que se teme es que ese encarecimiento de la energía se traslade a las cuentas de las empresas y lastre sus beneficios. Si se tiene en cuenta que los resultados del primer trimestre han sido muy buenos, parece dentro de lo posible que las cuentas del segundo trimestre que comienzan ahora a publicarse sean menos sorprendentes.
Es decir, puede que los resultados no sean malos, pero habida cuenta del encarecimiento del petróleo, podrían ser peores a los del primer trimestre. Y las Bolsas, tan agradecidas cuando de inesperadas buenas noticias se trata, podrían resentirse si la sorpresa no llega.
Por eso, y sobre todo durante el verano, son muchos los analistas que temen correcciones en los índices. Cautela vuelve a ser una palabra de moda.