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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

I+D, una brecha que urge recortar

Al actual ritmo, la inversión española en investigación y desarrollo (I+D) no alcanzará la media europea hasta el año 2020. Y eso en el caso poco probable de que el crecimiento de este apartado en el resto de la UE se estanque en sus niveles actuales. El aviso, reiterado ayer por la Fundación Cotec en su informe anual sobre el estado de la tecnología y la innovación en España, es preocupante a pesar de ser sobradamente conocido. Si una economía no innova y no aporta el máximo valor añadido a sus productos, difícilmente podrá competir en unos mercados globalizados. Y las cifras de comercio exterior ya han disparado todas las alarmas.

El porcentaje de inversión en I+D es hoy en España del 1,1% del PIB, frente al 2% de media de la UE-15 y el 1,86% en la UE-25. Pero países como Alemania y Francia, los principales clientes de la economía española, están en el 2,53% y 2,26%, respectivamente. Una brecha que urge reducir, y más al considerar el 2,66% que invierte EE UU o el envidiable 3,12% de Japón.

El Gobierno ha expresado su preocupación por este desfase y se ha comprometido a duplicar la inversión en I+D esta legislatura. La vicepresidenta recordó ayer el objetivo de alcanzar la media europea del 2% en 2010. Son planes en la dirección adecuada que se concretarán hoy mismo, cuando el presidente del Gobierno presente el programa Compromiso Ingenio 2010, de impulso a investigación, el desarrollo y la innovación.

La UE prevé reorientar hacia el I+D gran parte de sus fondos. Pero serán los proyectos más ambiciosos los que más apoyo reciban, porque el desarrollo tecnológico no se consigue sólo con fondos, por cuantiosos que sean, sino con su uso eficiente y aplicado a proyectos concretos. Y, sobre todo, con una ineludible participación del sector privado, que en España también debe aumentar para alcanzar la media.

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