Bush admite alternativas a la privatización parcial de la Seguridad Social
El presidente de EE UU admite que no hay consenso, ni apoyo popular, para aprobar su propuesta de privatización parcial de las pensiones. Ante la negativa de los demócratas y las divisiones en su propio partido, George Bush ha dado su consentimiento a la presentación de planes alternativos al suyo elaborados por dos senadores de su partido. Ninguno de estos dos proyectos de reforma, aún en fase de redacción, incluyen la creación de cuentas de ahorro en las que depositar parte de las cotizaciones a la seguridad social, algo que Bush siempre ha considerado clave.
Uno de los planes está siendo estudiado por el senador Bob Bennet, quien se reunió el martes con el presidente para recibir la luz verde a la presentación de su propuesta. El plan Bennet, que podría presentarse oficialmente la semana que viene, pasa por asegurar la solvencia de la Seguridad Social, recortar algunos de los beneficios prometidos para la clase media-alta y alta y proteger lo que corresponda a los que han ganado menos durante su vida laboral. Bennet, mantiene la idea de Bush de ligar la actualización de las prestaciones a los precios y no a los salarios.
El segundo proyecto, que estaba previsto que se diera a conocer ayer, a última hora de la tarde en Washington, es el del también senador republicano Jim DeMint que mantiene una suerte de cuentas privadas de ahorro aunque con una financiación distinta a la propuesta por Bush. El objetivo de DeMint es tratar de evitar el recorte de las prestaciones y los aumentos de los impuestos.