KPMG, en el punto de mira
El Departamento de Justicia de EE UU tiene preparada una acusación penal contra la auditora KPMG por vender productos financieros para evadir impuestos y por obstrucción a la justicia. Los delitos, presuntamente cometidos entre 1996 y 2002, incluyen la comercialización de escudos fiscales que la Hacienda de EE UU, el IRS, considera abusivos. La auditora, una de las cuatro grandes que quedan después de que Arthur Andersen fuese arrollada por el caso Enron, se ha negado a colaborar en la investigación con la Justicia, algo que no va a servir para suavizar la acción de esta. Vaya por delante que la investigación debe llegar a sus últimas consecuencias. Pero al tiempo es imprescindible evitar un nuevo escenario Andersen, por el que una compañía centenaria y sus 28.000 empleos desaparecieron tras una sentencia condenatoria revocada más tarde, aunque sin exculpar a la firma. La negociación para evitar la vía penal contra la sociedad -no contra los empleados culpables-, que mantienen KPMG y el Departamento de Justicia, puede ser la solución más adecuada.