Emergentes en el punto de mira
La renta variable emergente ha sido uno de los activos más rentables en el último año. Los fondos que invierten en estos mercados han ganado más del 30% de media en los últimos 12 meses. Lo cual significa que los que más han ganado han cosechado revalorizaciones aún más suculentas: de hasta el 60% concretamente.
Lo curioso del asunto es que a pesar de las subidas, las perspectivas para estos mercados permanecen intactas, o casi. Eso es lo que manifiestan los gestores de fondos en la última encuesta que elabora mensualmente Merrill Lynch. Según el sondeo, la mayoría de los gestores señala a los mercados emergentes como los más infravalorados, por delante de Japón y de la zona euro. La región con los mercados más caros sigue siendo EE UU.
De la misma encuesta se desprende que las compañías de los mercados emergentes obtendrán los mayores beneficios en los próximos 12 meses, aunque su calidad no será tan buena como la de Estados Unidos o la zona euro.
Hace unos meses, el gestor de un grupo británico, a su paso por Madrid, renovaba su apuesta por los mercados emergentes alegando que se han convertido en un 'refugio'. Esta aparente paradoja tiene su explicación: los países en desarrollo dependen cada vez menos de la evolución económica global, y cada vez más de su demanda interna y de las relaciones interregionales. Este experto recordaba, además, que estas regiones se están beneficiando del entorno de materias primas al alza, de las que muchos países son exportadores.
Y apuntaba un dato interesante: las Bolsas emergentes están infravaloradas con respecto a sus economías; es decir, que el tamaño de sus mercados no se corresponde con el de su Producto Interior Bruto.
En el transcurso de un país desde su emergencia hasta su desarrollo hay mucho dinero que ganar. Pero no hay que olvidar que de momento no dejan de ser eso, países emergentes, y que aspectos como el gobierno corporativo de las empresas o la simple custodia y liquidación de valores aún dejan que desear.