La plantilla de VW rechaza que se suprima un turno en Wolfsburgo
Apenas ocho meses ha durado la paz en la central del consorcio Volkswagen, en la ciudad de Wolfsburgo. Los trabajadores del mayor fabricante de coches de Europa rechazaron ayer la pretensión de la dirección de eliminar un turno en la cadena de montaje de la factoría. El permiso del comité de empresa es un requisito indispensable para poder tomar esta medida.
Volkswagen está inmersa en una profunda reestructuración interna que compense la caída de las ventas en su mercado doméstico y en el europeo. El grupo planea así un nuevo programa de recorte de costes de unos 4.000 millones de euros entre los años 2006 y 2008, que se unirán al tijeretazo de 3.100 millones anunciado a principios de 2004 y previstos para el presente ejercicio. En noviembre, cúpula y plantilla lograron ponerse de acuerdo en un nuevo convenio que contemplaba la congelación salarial hasta 2011. A cambio, los empleados arrancaron el compromiso de que se respetarán los 103.000 puestos de trabajo en el país hasta ese año.
La eliminación de un turno en Wolfsburgo era una de las medidas pensadas para lograr más ahorros en el plano industrial. La dirección pretendía que los trabajadores fuesen asignados a otro turno. Con esta medida, Pischetsrieder podría haber ahorrado algo de dinero, ya que se habrían recortado las horas extra.
300 euros
Sin embargo, ésta era una cuestión que también tuvieron en cuenta los empleados. Una de las razones esgrimidas para que el comité optara por rechazar la eliminación de un turno fue que los empleados habrían perdido 300 euros de media. Los empleados alemanes son de los mejor pagados en todo el mundo. De media, cobran el 20% más que en Francia, y cinco más que en Eslovaquia.