La hora de la verdad para la Unión Europea
Si la reunión del Consejo Europeo de esta semana no logra centrarse en su asunto más fundamental, perjudicará los intereses de los ciudadanos europeos y tendrá consecuencias de más largo alcance en el mundo.
(...) En lugar de intentar absorber tratados existentes, desarrollar las instituciones europeas y reconciliar las demandas de los grupos de interés, los líderes europeos deben mirar hacia los desafíos que afrontan sus países.
El mayor desafío es la globalización, que amenaza con socavar las economías de Europa y disminuir su importancia geopolítica (...). También perduran riesgos serios, entre los que figuran la proliferación nuclear, la vulnerabilidad de las fuentes energéticas europeas y la inestabilidad de Estados vecinos. Este Continente que envejece también se enfrenta a presiones demográficas que requieren cambios radicales en la economía y la sociedad (...). El Consejo Europeo de esta semana debe por tanto, evitar inundar de insultos o repartir la culpa por la crisis constitucional. No habrá avance alguno si las posiciones se endurecen y los compromisos se vuelven imposibles (...).
Esta semana los líderes europeos deben comprometerse a hacer progresos en la reforma económica y volver a ganarse a sus votantes.