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Cada vez más españoles en el club de los millonarios

En el mundo había el año pasado 600.000 millonarios más que en 2003. El número de grandes fortunas del planeta creció entre esas fechas un 7,3%, hasta alcanzar un total de 8,3 millones de individuos. Esta es la conclusión a la que ha llegado un estudio realizado por el banco de inversión Merrill Lynch y la consultora Capgemini. España puntúa alto en el informe. Es el segundo país europeo cuyo número de grandes patrimonios creció más, apenas detrás de Reino Unido, y el décimo en el cómputo global.

¿Pero qué es una gran fortuna? Los autores del trabajo definen bajo esta categoría a aquellos particulares que disponen de más de un millón de dólares (820.000 euros) en activos líquidos. Bajo estos parámetros, la cifra de individuos con patrimonios elevados en el país ascendió a 141.000 el año pasado, un 8,7% más que en 2003. O dicho de otra manera, de un año para otro han surgido 11.300 millonarios españoles más.

En este ámbito, los países del entorno europeo registraron una evolución bastante más modesta. La cifra de grandes patrimonios en el Viejo Continente apenas subió un 4,1% de media. Sólo destaca Reino Unido. Cerca de 418.000 fortunas tienen pasaporte británico, un 8,9% más que en la anterior medición.

Para el banco americano y la consultora francesa, detrás del éxito español están 'los bajos tipos de interés, que incrementaron la actividad económica y promovieron el crecimiento'. Estos se tradujeron en un aumento del PIB nacional por encima de la media comunitaria, una subida de la tasa de ahorro y una positiva evolución de los mercados bursátiles, sobre todo en sectores como la construcción, la tecnología y las telecomunicaciones.

'Por países, Singapur, Hong Kong, Australia e India registraron los mayores ratio de incremento en el número de particulares con patrimonios elevados', indica Eva Castillo, presidenta de Merrill Lynch España. En Sudáfrica y Oriente Próximo, las fortunas se vieron impulsadas por el alza de los precios de las materias primas.

A la hora de velar por su dinero, predominaron las actitudes conservadoras de 'esperar y ver' entre los más acaudalados. Según Merrill Lynch y Capgemini, 'la renta variable siguió representando el porcentaje más alto de activos en la cartera de estos inversores, aunque disminuyeron del 35% de 2003 al 34% en 2004'. La parte destinada a la renta fija aumentó de un año para otro de un 25% a un 27%. También creció el saldo en sus cuentas corrientes. El dinero en efectivo pasó de representar el 10% a ser el 12% de sus activos, mientras las inversiones alternativas, como el capital riesgo, aumentaron del 13% al 14%. Finalmente, para los grandes bolsillos el mercado inmobiliario ha perdido atractivo. Sus inversiones en este ámbito bajaron del 17% al 13%.

En todo caso, los intereses varían de un lugar a otro. Como explica Andrés Guibert, responsable de banca de Capgemini España, 'aunque los patrimonios elevados mantienen un buen nivel de diversificación global, existen marcadas diferencias regionales en la distribución de activos. Los ricos de América del Norte siguen siendo los más interesados en acciones. La inversión en bienes inmuebles en Europa y en la región Asia-Pacífico se mantuvo más elevada que la media global, y los inversores de todo el mundo redujeron su exposición al dólar estadounidense'.

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