Apoteosis de El Cid al cierre de San Isidro
El Cid se convirtió ayer en el nuevo dueño de la Puerta Grande de Las Ventas. Esta vez, en su primer toro, la espada no encontró hueso, y el sevillano pudo disfrutar del enorme placer de salir a hombros de la plaza de Madrid.
En los dos toros, la autoridad de Manuel Jesús fue indiscutible. El secreto de ambas faenas, tanto la que fue premiada como la que no remató con la espada, fue la distancia, la seguridad, el temple y una enorme e indiscutible clase. Todos los muletazos de El Cid surgieron largos y profundos, en su primer toro, con el mérito de aguantar las duda del victorino sin dudar él ni un instante, y en el otro, logrando mantener en el centro del ruedo a un toro que cuando se sintió podido intentó marcharse hacia los chiqueros.
La corrida de Victorino Martín puso mucho de su parte. Su juego variado y siempre interesante, con toros que se dejaron torear y con otros que vendieron muy cara la piel, llegó siempre a los espectadores, que en todo momento supieron valorar el mérito de los toreros. Mérito técnico y estético de El Cid, y mérito aguerrido de Luis Miguel Encabo en el segundo de su lote, una auténtica alimaña que no tenía un pase y que tras pasar por las manos del torero de Alcalá de Henares acabó medio entregado.
Aunque la corrida fue de principio a fin de El Cid, que con su actitud la llenó toda, también Luis Bolívar mostró mucha decisión, aunque debido a su bisoñez los dos victorinos que le correspondieron resultaron un plato indigesto. Los de El Cid habían sido mejores, pero es que en sus manos y en su cabeza, ahora mismo todos los toros parecen buenos.
Otros triunfadores
Aparte del torero sevillano sólo dos toreros -César Rincón y Sebastián Castella- salen revalorizados de verdad de San Isidro. Para el primero se trata, en realidad, de una satisfacción personal, el triunfo del torero y el del hombre que se ha repuesto felizmente a una grave enfermedad; el caso de Castella es distinto, pues a la Feria llegaba integrado en el pelotón de toreros categoría media, y de ella sale lanzado, ahora con el crédito de ser un diestro valiente y muy capaz. Cortó dos orejas, aunque el presidente le negó la puerta grande en dos ocasiones.
Otros matadores que han pasado con buen pie, aunque sin llegar a triunfar, son Matías Tejela y Serafín Marín. Gustaron César Jiménez, Javier Valverde y Luis Vilches.
Peor es la impresión que han dejado la mayoría de los jóvenes, aunque también es cierto que el público de Madrid, además de impaciente, ha estado muy agrio con la mayoría de ellos. Y lo mismo con las grandes figuras, El Juli y Enrique Ponce, que han quedado inéditos en un San Isidro en el que fueron protagonistas conjuntos de la corrida que más crispación levantó, la de Puerto de San Lorenzo, un encierro que incluyó tres toros que no deberían haber saltado coso.
Respecto a la presentación de las corridas (y sus sobreros), las cosas no han cambiado nada con la llegada de Taurovent a Las Ventas, pues en el abono se han lidiado los mismos toros grandes y fuera de tipo, e idénticos sobreros descomunales. Fracasaron los encierros toristas, aunque triunfaron dos ganaderías consideradas toreristas, las de El Pilar y Alcurrucén.
Beneficencia
Finalizado San Isidro, la próxima gran cita en la plaza de Las Ventas es la Corrida de la Beneficencia, que se celebrará el miércoles 8 de junio. Con toros de Samuel Flores, actuarán El Cid y los dos principales ausentes de la Feria, Miguel Abellán y Antón Cortés.