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Perfil

Una mujer del Este para la cancillería

Angela Merkel tiene experiencia como pionera. Fue la primera presidenta de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), desde ayer es la primera aspirante femenina a la Cancillería alemana y, si las encuestas aciertan, se convertirá en la primera mujer de la historia en ocupar el puesto de canciller de Alemania.

Nacida en 1954, sería además la persona más joven en llegar a este cargo. Su perfil no cuadra con el habitual de su partido. Mujer, protestante, del Este, divorciada de su primer marido y sin hijos, esta doctora en Físicas se ha abierto camino en un grupo político defensor de los valores familiares, con mayoría de hombres, católicos y del Oeste del país.

Merkel nació en Hamburgo, al norte de Alemania, pero a las pocas semanas su familia se mudó al estado federado de Brandemburgo, en la zona comunista del país.

En 1986 se doctoró en Ciencias Físicas y después trabajó en el departamento de química cuántica de la Academia de las Ciencias de Berlín Este.

Crítica con el régimen de la República Democrática Alemana (RDA), Merkel se afilió poco después de la caída del Muro al partido de oposición 'Ruptura Democrática' (DA). 'En aquellos días, supe que iba a hacer falta gente nueva', dijo en una ocasión.

En 1990 se pasó a la CDU y se convirtió en protegida del ex canciller Helmut Kohl (se ganó el apodo de 'la muchacha de Kohl'). Su carrera en la formación conservadora fue rápida. Entre 1991 y 1994, primer gobierno de la Alemania unificada, fue ministra para la Mujer y la Juventud y entre 1994 y el 1998 ocupó de la cartera de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza y Seguridad Nuclear.

Fue precisamente la caída de Kohl por el escándalo de las donaciones ilegales en la CDU lo que le permitió 'emanciparse' del ex canciller y llegar a la cúpula del partido.

La formación necesitaba un líder que no hubiera tenido nada que ver con el feo asunto de las donaciones, alguien con una imagen honesta. Así, Merkel, que ya era su secretaria general desde 1998, se convertía en abril de 2000 en la primera mujer al frente de la CDU con el apoyo de un 96% de sus miembros.

Si de su padre, pastor protestante, reconoce haber heredado la 'capacidad para hacerlo todo a conciencia', de su 'padre político', Helmut Kohl, Merkel aprendió sin duda cómo sobrevivir en la política y abrirse camino entre los rivales. 'Siempre logra salirse con la suya', dijo de ella uno de los dirigentes de la CSU, el ala bávara de su partido.

Con su ambición y el estilo tranquilo que la caracteriza -dicen que, como buena científica, observa y analiza mucho antes de actuar-, Merkel ha afianzado su poder dentro de la CDU y se ha impuesto a todos sus 'pesos pesados': Helmut Kohl, Wolfgang Schäuble, Roland Koch.

La coronación llegaría ayer con su proclamación como candidata a jefe de Gobierno con el total apoyo de su partido.

Una Angela Merkel radiante recibía la ovación unánime de su formación, incluso de aquellos que fueron sus enemigos.

Los medios de comunicación alemanes comentaban que, pase lo que pase en los comicios, Merkel ya ha hecho historia: en poco más de 15 años ha pasado de 'chica para todo' de un pequeño partido de oposición al régimen comunista a posible canciller de la primera economía de la eurozona.

æscaron;ltimamente se ha apreciado una cierta evolución en su estilo, sobre el que durante años se hicieron chistes por su eterna media melena. Merkel cuida más su aspecto, que nunca pareció importarle demasiado, y ha aprendido a mostrarse más cálida y cercana a la gente.

La candidata de la CDU se ha caracterizado siempre por una cierta frialdad y fobia a hablar de sus asuntos personales, mientras que el canciller Gerhard Schröder no duda en relatar sus orígenes humildes o en dejarse fotografiar en el reencuentro con unas primas del este del país.

Ahora, Merkel también se refiere a veces a su familia, dividida por el Muro de Berlín o a su infancia en la antigua República Democrática Alemana. Ello ha contribuido, sin duda, a mejorar su imagen entre sus ciudadanos.

La pasada semana, Angela Merkel rebasaba por primera vez en las encuestas de popularidad al socialdemócrata Schröder, posiblemente menos brillante, pero mucho más carismático.

Según un reciente sondeo, un 50% de los encuestados votaría hoy por Merkel si fuera posible elegir directamente al canciller, mientras que sólo un 45% lo haría por Schröder. Tras vencer a todos sus adversarios dentro de su propio partido, el canciller es ahora el próximo objetivo de Angela.

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