El círculo galáctico se cierra
Lo malo de La venganza de los Sith, la entrega que pone fin a la saga de Star Wars, es que uno conoce cuál es el final de la historia desde el momento en que aparece en pantalla la frase, ya mítica, 'En una galaxia muy, muy lejana'... Lo bueno de la película, que se estrena en España este jueves, son los porqués y los cómos que desembocan en la conversión de Anakin Skywalker en Darth Vader y en el triunfo del Imperio.
Esta es la historia de cómo se produce el predominio del lado oscuro y el exterminio de los caballeros jedi, una suerte de orden de guerreros guiados por una fuerza que mantiene a la galaxia unida.
La venganza de los Sith pone fin a la saga de Star Wars, proyecto personal de George Lucas que dio comienzo en 1977 con la primera entrega, el episodio IV de la saga, denominada Una nueva esperanza. El que se estrena esta semana no es el último capítulo de la historia, sino que es el que sirve de unión entre las dos trilogías, la que cuenta el paso al lado oscuro de Anakin Skywalker, y la que narra la historia de sus hijos, Luke y Leia, y su lucha para derrocar al Imperio. Lucas utiliza esta película para atar uno a uno todos los cabos sueltos entre una trilogía y otra.
El episodio III es, sin lugar a dudas, la película más oscura de la segunda trilogía, sólo comparable con El imperio contraataca, el episodio V, para muchos la mejor película de toda la saga.
En la última entrega George Lucas, que vuelve a tomar los mandos de la dirección, no hace concesiones al público infantil. El toque disney que en otros capítulos encarnaron personajes como los Ewoks en el episodio VI o Jar Jar Binks en el I -uno de los personajes más odiados por los fans de la saga- desaparece en favor de un elenco de personajes oscuros encabezados por el malvado senador Palpatine, que terminará por dar un golpe de estado para convertir la República galáctica en un Imperio dictatorial hecho a su medida y a la del lado oscuro al que se ha sometido.
Este proceso corre paralelo al de la conversión de Anakin Skywalker, el elegido según la leyenda de los jedi, en Darth Vader, seducido finalmente por el lado oscuro tras una evolución implacable que convierte al joven jedi en uno de los mayores malvados de la historia del cine. Y a pesar de todo, uno de los más admirados. El personaje que en esta entrega protagoniza Hayden Christensen es un villano atormentado, inexorablemente destinado a ser seducido por el lado oscuro de la fuerza. Ese mismo destino es el que le llevará a enfrentarse a su propio maestro, Obi-Wan Kenobi (Ewan McGregor), en uno de los duelos con espada láser más intensos de la última trilogía.
Después de las críticas recibidas en las dos anteriores entregas, La amenaza fantasma (1999) y El ataque de los clones (2002), George Lucas ha optado por desquitarse con un filme de acción trepidante donde no faltan los duelos y las batallas espaciales, algo que los seguidores había echado de menos en las entregas anteriores. Todo ello haciendo uso de unos efectos especiales brillantes que, a diferencia de entregas anteriores, se combinan con un argumento bien hilado. Por cierto, atención al momento clave en que Darth Vader se coloca por primera vez la máscara negra.
Una de las sagas más rentables del cine
Los fanáticos de la saga de Star Wars son legión en todo el mundo. Se pueden encontrar pocos fenómenos en la historia del cine como el de La guerra de las galaxias. Eso explica que a lo largo de los últimos 28 años, desde que se publicara la primera entrega en 1977, se hayan obtenido unos beneficios de 3.400 millones de dólares (unos 2.600 millones de euros), y se hayan producido ventas de material relacionado con la saga por valor de más de 9.000 millones de dólares (7.000 millones e euros). Se trata de una de las franquicias más rentables de la historia del cine.La primera entrega, La guerra de las galaxias, renombrada hoy como Una nueva esperanza, se encuentra en el número tres de las películas que más han recaudado en la historia del cine, 1.400 millones de dólares a 31 de marzo de 2003. Se encuentra por detrás de Lo que el viento se llevó y Blancanieves y los siete enanitos. Fue la primera película que consiguió recaudar 300 millones de dólares en EE UU.La saga completa es la que más ha recaudado de la historia del cine sólo por detrás de la de James Bond. George Lucas ha dirigido cuatro de los seis episodios.La venganza de los Sith ha sido rodada en Australia, China, Tailandia, Suiza y Túnez. Se ha utilizado íntegramente formato digital y todos y cada uno de los planos, en mayor o menor medida, han experimentado algún retoque posterior.La última toma que se grabó de la película, la huida frenética de Hayden Christensen (Anakin Skywalker) a través de una plataforma, se rodó en los estudios Elstree de Borehamwood, en Inglaterra, los mismos en los que en 1976 se rodó la primera toma de la primera película de la saga. 'De ese modo se cerraba el círculo', ha comentado Rick MacCallum, productor del filme.