Zapatero urge a patronal y sindicatos a pactar ya la reforma laboral
Al presidente del Gobierno le gustaría tener ya sobre la mesa un acuerdo sobre la reforma laboral. Ayer clausuró el debate del estado de la nación con un llamamiento a sindicatos y empresarios para que alcancen un pacto 'en breve'.
El emplazamiento a los agentes sociales llegó en la respuesta que José Luis Rodríguez Zapatero le dio al coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, quien se interesó por los planes del Gobierno para reformar el mercado laboral. Llamazares advirtió a Zapatero que no podrá contar con el respaldo de la coalición 'si se pretende aumentar la estabilidad en el empleo disminuyendo el coste del despido'.
El presidente eludió precisar si en los planes del Ejecutivo figura el abaratamiento del despido. 'Las medidas', dijo, 'tienen que venir del diálogo social. Sería un error que el Gobierno actuara al margen de sindicatos y empresarios porque la única forma eficaz de acometer cambios en el mercado laboral es mediante el diálogo. El recorrido que queda lo tienen que hacer los agentes sociales y el Gobierno está dispuesto a hacer el gasto que sea necesario para acabar con la precariedad', señaló.
A juicio del presidente, tasas del 30% en la contratación temporal son muy altas. 'Nuestro gran objetivo es rebajarlas, no estoy satisfecho con ellas y me hubiera gustado que hubiera ya un acuerdo para complementarlo con la parte que corresponde al Gobierno. Espero que se produzca en un plazo breve', abundó Zapatero.
Reforma fiscal moderada
Los portavoces de IU, Llamazares y Joan Herrera, también emplazaron al presidente del Gobierno a afrontar una reforma fiscal ambiciosa. Aquí Zapatero no les dio satisfacción, pues reconoció que el Ministerio de Economía está pensando en una 'reforma moderada' que no suponga una reducción de ingresos tributarios. 'No queremos que los ingresos del Estado disminuyan. Tampoco vamos a subir impuestos, pues el nivel de la presión fiscal es razonable. Mejoraremos el tratamiento de las rentas del trabajo', mantuvo.
El presidente señaló a sus socios parlamentarios que si se respeta la estabilidad presupuestaria y continúa el crecimiento económico desde un patrón diferente al hasta ahora conocido, 'habrá ingresos suficientes para cumplir con nuestros objetivos sociales'. Entre ellos destacó tres: la educación, la sanidad y la atención a los mayores. 'Serán los grandes elementos de gasto social, pero las comunidades autónomas tendrán que compartir también con el Gobierno central algunas responsabilidades en este campo', advirtió Zapatero.
IU expuso en el debate un corolario todavía más ambicioso de exigencias, entre las que también acentuó la necesidad de que el Gobierno establezca un calendario preciso para el cierre de las centrales nucleares. En opinión del diputado Joan Herrera, la central de Garoña se debería clausurar con carácter urgente. Zapatero evitó comprometerse a fijar este calendario, pero aceptó abrir una mesa de diálogo con IU sobre el uso de la energía nuclear. También asumió la necesidad de abordar la reforma del Consejo de Seguridad Nuclear, una iniciativa en la que están de acuerdo buena parte de las fuerzas políticas, salvo el PP, a raíz de los sucesos acontecidos en Vandellós.
Zapatero reconoció a IU, en otro momento del debate, que el Gobierno carece de una 'política de privatizaciones', debido al pequeño tamaño del sector público estatal. El presidente descartó una reforma del estatuto de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
Reforma estatutaria en Cataluña : 'Yo decidiré el momento de saltar a la cancha'
Buen aficionado al baloncesto, Zapatero advirtió ayer que él decidirá el momento oportuno para implicarse en la reforma del Estatuto de Cataluña, mediante un símil relacionado con este deporte. 'Yo decidiré, si puedo, el momento de saltar a la cancha y de entrar a jugar. Primero habrá que ver cómo evoluciona y qué dice el Estatuto sobre el modelo de financiación. No tengan ninguna duda', les dijo a los diputados, 'de con qué equipo jugaría'. El presidente deslizó estos comentarios en la tribuna de oradores cuando desde Izquierda Unida se le invitó a dejar de desempeñar el papel de 'árbitro' entre el Gobierno y el tripartito catalán, para empezar a 'jugar'.A día de hoy, el Gobierno no tiene claro todavía qué límites se impondrá el tripartito catalán a la hora de abordar en la reforma estatutaria el nuevo modelo de financiación. Fuentes gubernamentales señalan que una buena salida para las dos partes sería que se abordara mediante una serie de 'principios generales' o, cuando menos, como una propuesta de la Generalitat de Cataluña, susceptible de tenerse en cuenta o no en la futura reforma general del modelo de financiación.Como aperitivo, Zapatero anunció el miércoles que la nueva financiación sanitaria se incorporará a los Presupuestos de 2006, lo que no quiere decir en modo alguno que el Gobierno central se vaya a hacer cargo de la deuda acumulada por las comunidades autónomas.