Hipotecas con fronteras
Lograr un crédito en España para una vivienda en el extranjero es casi imposible
La libre circulación de productos y servicios en el interior de la UE todavía es teoría en algunos ámbitos. Una muestra de ello es el grupo de trabajo que desde hace unos meses se emplea para lograr la integración de los mercados hipotecarios nacionales en uno común que permita al cliente comunitario -con independencia de su nacionalidad- contratar el producto hipotecario que mejor se adapta a sus necesidades allá donde esté.
Y es que por el momento, aquellos que quieren beneficiarse de las más laxas condiciones que ofrece el mercado hipotecario español -por otra parte, uno de los más transparentes de la Unión- para adquirir una vivienda en un país distinto al de la entidad lo tienen difícil, también en el seno de la UE.
Trabas de tipo legal y condicionantes propios del mercado en cuestión, como el tipo de interés más demandado o los índices más utilizados como referencia de los préstamos, son, según los expertos, los principales impedimentos actualmente.
El hecho de que en cada país exista una legislación y unas obligaciones de cara al regulador dificulta que un español, por ejemplo, pueda contratar un préstamo en una entidad de su país de origen -habitualmente con mejores condiciones respecto a las que se ofertan en otros países- para adquirir una casa en otro país de la UE. 'Cuestiones como el registro de la vivienda, que en algunos países no es obligatorio, o la tasación, que en España debe estar realizada por una sociedad homologada por el Banco de España, hacen difícil lograr un préstamo en un país distinto al que está radicada la garantía', señalan desde una entidad española.
Tampoco el estar presente en el país en cuestión, a través de sucursales o de entidades participadas por el banco español, facilita la operación. 'En esos casos se ofrecerán las condiciones habituales del mercado en el que se encuentre la entidad', explican las mismas fuentes, para quien el banco o caja debe estar siempre sometido a la legislación de la vivienda en garantía. 'Lo mismo sucede si hay que ejecutar esa garantía, el banco estará sometido al tribunal del país nacional', añaden.
Una excepción a estas reglas no escritas la constituye la compra de viviendas cercanas a la frontera española. Según algunos expertos, en estos casos es habitual que entidades españolas ofrezcan préstamos para bienes situados en el país vecino. 'Pero siempre que el cliente se haya captado en España. No obstante, también esta situación requiere de un sobreesfuerzo por parte de la entidad y un mayor gasto en lo referente al cliente', apuntan desde otra entidad.
Si la situación es a la inversa, esto es, conceder hipotecas sobre casas situadas en España a extranjeros, todo son facilidades.