La Bolsa resiste el impacto de la escalada del petróleo
Los mercados aguantan al alza, pese a subir el crudo un 31% este año, apoyados en los buenos resultados de las empresas
Por un barril de Brent, que es el crudo de referencia en Europa, se llegó a pagar el pasado lunes 57,65 dólares, máximo histórico. Aunque desde entonces las fuertes tensiones que presionaban a los precios se han relajado un poco -el viernes el barril se situó en 53 dólares- la subida del petróleo ha regresado al primer plano por las repercusiones que pueda tener sobre la economía y los mercados financieros, tal y como ha advertido estos días el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe de primavera.
En 2004 el Brent se revalorizó un 34,1% y el West Texas Intermediate (WTI), el crudo que se negocia en EE UU, subió un 33,6%. Lejos de enfriarse, el calentón del petróleo continúa este año con repuntes del 31% y del 23,1%, respectivamente. Aunque el valor actual del oro negro se sitúa un 150% por encima de la media anual del periodo 1985-2003, la factura energética no ha llegado a las Bolsas, que si bien se mueven en una zona de indefinición no han sucumbido como ocurrió en otras crisis petrolíferas. Esta semana, sin ir más lejos, el Ibex acumula una subida del 1,04% con el crudo en zona de máximos. En el año gana un 3,36%.
¿Ha acabado entonces la correlación histórica entre el crudo, la economía y la renta variable? ¿Se ha acostumbrado la Bolsa a vivir una época con precios del petróleo estructuralmente altos? Los expertos consultados creen que el crudo se mantendrá en niveles elevados todo el año y que este ejercicio ese encarecimiento erosionará más que en 2004 el comportamiento de las acciones. Sin embargo, tampoco auguran un crac bursátil, puesto que la economía sigue creciendo a buen ritmo y con ella los beneficios empresariales. Además, la dependencia energética del petróleo por parte de los países industrializados es menor a la que podían tener en los años setenta del pasado siglo. El mayor peligro de un petróleo caro para la Bolsa no vendría del lado de los mayores costes para las empresas sino por la posible presión que esta situación pueda ejercer en los bancos centrales a la hora de aplicar subidas en los tipos de interés.
'Creo que el mercado sí que se ha acostumbrado a convivir con unos precios del petróleo altos. En los próximos meses el crudo va a seguir siendo caro, con repuntes puntuales por encima del nivel actual, debido fundamentalmente al cuello de botella que se está generando desde el lado de la oferta, que a duras penas puede igualar a la demanda', sostiene Víctor Peiró, jefe de análisis de Caja Madrid Bolsa.
'De momento, los mercados resisten porque los resultados empresariales son buenos, ya que los mayores costes se están aplacando con subidas de precios debido a la fuerte demanda. Esto explica el rango lateral actual de las Bolsas. No sobrepasarán los máximos anuales y en el segundo semestre pueden verse correcciones si suben más los tipos, aunque tampoco pensamos que sean dramáticas', añade Peiró.
Para Javier Alonso, analista de BNP Paribas, no se puede decir que la Bolsa sea rehén de la evolución del petróleo, 'aunque sería malo para los mercados si el precio del crudo se mantiene alto ya que empezaría a tener un impacto en la inflación y en el crecimiento'. Alonso señala que el fuerte tirón de la demanda, especialmente por parte de China, es el principal factor que explica este repunte. 'La ralentización del consumo en ese país sería positiva, ya que un 45% de la subida del crudo se debe al tirón de su economía', explica.
La ecuación más temida por los expertos, y que de cumplirse sí podría afectar negativamente a las Bolsas, es aquella que relaciona la subida del precio del petróleo con el repunte de la inflación. Un IPC fuera de control forzaría a actuar a los bancos centrales de forma más agresiva, aplicando una política monetaria más restrictiva, es decir, con subidas en los tipos de interés, el mayor enemigo de la renta variable. Además, este año, a diferencia de 2004, los tipos a corto plazo, los de referencia que fijan los bancos centrales, están arrastrando a los de largo plazo, como los del bono a 10 años, una de las grandes referencias del mercado.
Como la Reserva Federal se ha mostrado más activa que el Banco Central Europeo a la hora de subir los tipos, debido a la mayor pujanza de su economía, el dólar debería apreciarse por este efecto dominó frente al euro. En los que llevamos de año el billete verde se ha apreciado un 4% frente a la moneda europea, mientras que el rendimiento de la deuda estadounidense ha repuntado un 6,23%.
'Los bancos centrales, sobre todo en EE UU, han rotado su estrategia', señala José Luis Martínez, economista jefe de Citigroup en España, 'y empiezan a estar más preocupados por controlar los precios que por el crecimiento, ya que el ciclo económico ha entrado en una fase de madurez'. En teoría, según este experto, por cada 10 dólares que sube el barril de petróleo se debería producir un recorte de entre el 0,3 y el 0,4% en el crecimiento económico. 'Esto no se produjo en 2004 porque el tirón del comercio mundial compensó los mayores precios energéticos. Sin embargo, este año es difícil que este factor vuelva a sostener como lo hizo a la economía', según Martínez.
Este efecto del crudo sobre el crecimiento económico lleva a pensar a algunos analistas que, pese al repunte inflacionista, los tipos no suban tanto como podría pensarse y apunta a que el peligro podría ser, no el repunte del dinero, sino un entorno deflacionista. 'El petróleo puede suponer una menor subida en el precio del dinero en la medida en que el crecimiento y el consumo se enfríen', apunta Álvaro Winzer, analista de Beta Capital.
A su juicio, el crudo tiene un impacto significativo en la evolución de las Bolsas, 'y podría ser más fuerte si los precios se mantienen elevados de forma sostenida'. Para Winzer la subida en los precios de los productos petrolíferos 'drenan la liquidez en los mercados al actuar como un impuesto, por lo que el inversor tiene menos dinero'.
Estrategias a seguir
La tendencia del mercado, según José Luis Barrera, director de análisis de Banasto Bolsa, es olvidar o dejar en un segundo plano los factores que se prolongan en el tiempo. 'Sin embargo, en algún momento los altos precios del crudo pasarán factura tanto a nivel macro como microeconómico', apunta este analista.
Aunque la economía española, por su composición, es muy sensible a los precios del crudo, la Bolsa no lo es tanto, según Barrera, ya que se trata de un mercado con un peso muy importante del sector servicios frente a otras plazas más expuestas al sector industrial. 'Esto no quiere decir que no le afecte un petróleo caro. A la Bolsa española le afecta, y quizás más que a otros mercados, pero no por la vía tradicional de mayores costes y caída del consumo', indica este experto. 'Se ve perjudicada sobre todo por un efecto indirecto como el de la subida de tipos. En el Ibex 35 el peso de los valores defensivos, con alta rentabilidad por dividendo como las eléctricas, constructoras, inmobiliarias y, en cierta medida, los bancos, es muy alta, y son precisamente estos valores los que más sufren cuando repuntan los bonos a largo plazo', añade.
En cuanto a las compañías con fuerte exposición a la energía, Barrera destaca sobre todo el caso de Iberia, 'aunque gran parte de sus costes para 2005 los tiene cubiertos'. Entre las eléctricas, este experto considera que Iberdrola es la más expuesta debido a que parte de su generación depende de centrales de ciclo combinado, las cuales usan gas, cuyo precio está referenciado al petróleo. 'También se pueden ver lastradas las empresas siderúrgicas como Acerinox y Arcelor, por un mayor precio de las materias primas, aunque de momento están pudiendo compensar este factor. La fuerte demanda les permite trasladar los costes a los precios sin perder márgenes', apunta Barrera.
Javier Alonso, de BNP Paribas, cree que si cae el crudo será una buena oportunidad para invertir en aquellas empresas que ya han trasladado a los consumidores el incremento de los costes vía precios. También destaca el atractivo de las petroleras, sobre todo la francesa Total. 'Las que se verán más afectadas son aerolíneas y aquellas empresas centradas en logística y distribución', comenta.
En un entorno de precios del petróleo elevados, Winzer aconseja cautela con las compañías que usan el petróleo y sus derivados como materia prima, como las empresas químicas especializadas (textil o pinturas) y las eléctricas cuya actividad de generación dependa más de los ciclos combinados.
Con respecto a las aerolíneas, los expertos recomiendan no medir todas con la misma vara. 'Entre las líneas aéreas y otras empresas que consumen productos petrolíferos la subida afecta menos a aquellas que facturan en euros y tienen sus costes, como el carburante, denominados en dólares'.
En un escenario como el actual, en el que los precios del crudo y el repunte de los bonos limitan las subidas de las Bolsas, aunque los solidez de las cuentas empresariales mitigan las caídas, Víctor Peiró recomienda 'aprovechar los rangos en los que se mueve el mercado para entrar y salir de los valores de forma puntual. 'Por ejemplo, cuando la rentabilidad de la deuda caiga hay que entrar en valores defensivos y de alta rentabilidad por dividendo como las compañías eléctricas y los valores financieros. En cambio, cuando el bono repunte, debido a las tensiones inflacionistas, habría que salir de estos valores y entrar en compañías de un corte más cíclico'.
¿Puede llegar el barril a 100 dólares a medio plazo?
Goldman Sachs puso el pasado 30 de marzo una cifra que sacudió en los mercados: 105 dólares. Este es el precio al que, según un informe del banco, podría llegar en momentos puntuales el barril del West Texas Intermediate, el crudo de referencia en Europa.El mundo se encamina, según estos expertos, a una etapa de precios lo suficientemente elevados como para reducir la demanda, etapa durante la cual se sentarían las bases para una caída posterior de los mismos.Goldman Sachs baraja en su informe un rango de precios amplio (entre 50 y 105 dólares por barril) y de cumplirse la parte alta de sus previsiones representaría una subida del 98% sobre los precios actuales.La cifra de Goldman ha despertado todo tipo de reacciones en el mercado. 'Es un poco catastrofista', según Javier Alonso, analista de BNP Paribas. Para José Luis Martínez, de Citigroup, el crudo sí que podría alcanzar los 80 ó 90 dólares. 'Aunque sería algo muy puntual y que tendría que estar motivado por algún shock en el mercado'.Otros bancos de inversión manejas previsiones más modestas, aunque por encima de la media del crudo. Barclays prevé que el precio medio del Brent en 2005 sea de 44,6 dólares, 47,9 dólares en 2006 y de 44,8 dólares en 2010.