El hotel María Cristina se apunta a las ventajas del agua
Mick Jagger, el solista de los Rolling Stones, ya no tendrá que pedir al director del María Cristina que habilite una sala con las últimas máquinas de musculación para mantenerse en forma durante su estancia en San Sebastián. Ni Catherine Zeta Jones tendrá que desplazarse a un centro de talasoterapia cuando asista al Festival de Cine de Donosti.
El grupo empresarial Hydra atenderá las demandas de cuidado de cuerpo y salud de todos los clientes del centenario hotel y las abrirá también a los donostiarras que quieran sumarse a los beneficios que aporta el agua y la gimnasia. Jorge García Galduroz, presidente de Hydra, resume la iniciativa: 'Queremos ser un oasis dentro de la ciudad y completar la oferta de un hotel de cinco estrellas'.
Las modernas instalaciones se localizan en los bajos del María Cristina y han supuesto un desembolso de más de un millón de euros para el grupo vasco-navarro Hydra. Destaca la piscina de acero inoxidable, diseñada por Javier Txocarro, con camas de agua, asientos de burbujas, cascadas, cuello de cisne, sauna, baño turco, ducha nebulizada, de contrastes y de Vichy.
Ofrece también servicios de entrenador personal, con metodología Pilates (control de postura y de respiración que busca fortalecer la musculatura y la columna vertebral), Tai Chi (ejercicio oriental que reduce la ansiedad reeducando el cuerpo y potenciando su energía), yoga, body balance (que aglutina las anteriores e incorpora los estiramientos) y GAP (endurecimiento de glúteos, abdomen y piernas).
Si el tiempo no acompaña también se podrá conseguir un buen bronceado con los socorridos rayos uva. Se ofrecen asimismo masajes y tratamientos de algoterapia, fangoterapia e hidroterapia y asesoramiento y orientación dietética.
El hotel dispondrá de paquetes especiales que incluirán todos los tratamientos específicos, asegura Juan Araluce, director de María Cristina. Además los huéspedes recibirán un trato preferente en las salas de ejercicio e hidromasaje. Alojarse en algunas de sus habitaciones dobles con aire belle epoque y camas celestiales cuesta desde 150 euros (en temporada baja) hasta 600 euros (en pleno festival de cine). Desde el comienzo del certamen, en 1953, se convirtió en el hotel de las estrellas. Por él han desfilado, entre otros, Gloria Swason, Fellini, Elisabeth Taylor, Cantinflas, Lauren Bacall, Bette Davis, Richard Burton, Robert de Niro, Vanesa Redgrave, Woody Allen, Harrison Ford y la troupe Almodóvar.