Los precios siguen altos
La caída del IPC de enero constituye una buena noticia para la economía española, que adolece de un nivel de precios superior a la media de la zona euro. Aún así, el diferencial entre España y el área monetaria común sigue siendo de un punto porcentual: 3,1% de tasa interanual nacional contra un media del 2,1% en la zona euro. Como suele ocurrir en el primer mes del año, la presión a la baja del IPC ha provenido de las rebajas de vestido y calzado. Los carburantes y los transportes, por el contrario, suben por la presión de la factura petrolera. Lo mismo ocurre con los alimentos frescos, aupados por el efecto negativo de las bajas temperaturas sobre las cosechas. El buen comienzo del año, con un IPC subyacente también a la baja, no debe ocultar el largo camino que queda por recorrer hasta que la economía española alcance niveles de competitividad acordes con el resto de socios europeos. Y nunca se insistirá bastante en ello.