El IPC baja una décima por la energía y el efecto de las rebajas
La cesta de la compra fue en el mes de enero un 0,8% más barata que en diciembre, según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística. La moderación de los carburantes se ha unido al tradicional efecto de las rebajas para reducir la inflación interanual hasta el 3,1%, pese a la presión de los alimentos frescos. Se trata del mayor descenso en el mes de enero desde 2001, cuando se inició la nueva forma de contabilización. La inflación subyacente (que excluye de la cesta los productos energéticos y los alimentos frescos) bajó un punto en enero, lo que lleva su nivel interanual al 2,8%, tras su primera bajada en once meses.
Pero la ligera moderación de los precios no ha logrado acortar distancias respecto a la media de la zona euro: el IPC Armonizado (que se calcula de forma homogénea para hacer comparaciones entre los países de la UEM) quedó también en el 3,1% en enero, lo que mantiene el diferencial en un 1%. Este encarecimiento relativo está afectando negativamente a la competitividad de los productos españoles en el exterior, con el consiguiente detrimento para la balanza comercial.
El centro de la bajada de precios en enero se situó, como es tradicional, en el apartado de vestido y calzado, con una fuerte reducción del 11,4% respecto a diciembre debida al efecto de las rebajas. La caída coincide prácticamente con la cosechada en enero del año pasado (-11%). La gran novedad este año se localiza, empero, en el descenso del precio de los combustibles (-1,7%), que se ha traducido en una bajada de una décima en los transportes pese a la actualización de tarifas y los impuestos indirectos. Aún así, en términos interanuales ambos capítulos siguen reflejando fuertes subidas (7,6% los carburantes y 5,1% los transportes), debido a la escalada del petróleo en la segunda mitad de 2004.
Alimentos más caros por el frío
En cuanto a las subidas, se llevan la palma los alimentos frescos, un punto más caros que en diciembre. El ministerio de Economía achaca el alza al efecto de las bajas temperaturas sobre algunas cosechas, lo que 'ha reducido sustancialmente la oferta de ciertos productos'. La variación anual queda en el 2,3%, ocho décimas menos que el índice general. Los epígrafes de vivienda y de hostelería subieron cinco y cuatro décimas, respectivamente. En el primer caso, por la subida de las facturas eléctrica y del agua; en el segundo, por la revisión de tarifas que se produce a principios de cada año.
El secretario de Estado de Economía, David Vegara, afirmó ayer al presentar estos datos que el 'buen comportamiento' de la inflación de enero puede permitir que en la segunda parte del año la tasa de IPC se sitúe en el umbral de 2,5%, 'o incluso por debajo, siempre que haya un 'relativo mantenimiento del precio del crudo en los mercados internacionales y de la cotización del euro'. En 2004, la inflación comenzó a acelerar a partir de abril por el encarecimiento del petróleo, por lo que una estabilización en los niveles actuales debe llevar a un descenso del IPC interanual a partir de ese mes abril.
Vegara avanzó que en febrero o marzo puede producirse un 'pequeño repunte inflacionista', debido a los efectos de la ola de frío y de las heladas en los precios de los alimentos frescos, pero 'no supondrá un cambio sustancial'.
El diferencial respecto a la zona euro permanece en un punto porcentual, con el consiguiente quebranto para el sector exterior