Confusión de buenas intenciones en el G-7
Cambiar el centro del debate es una cosa. Conseguir resultados es otra. El Gobierno británico logró poner el tema del desarrollo en el primer lugar de la agenda de la reunión de los ministros de Finanzas del Grupo de los Siete en Londres, lo que constituye un cambio destacado (...). Pero hará falta mucho trabajo en los próximos meses para evitar que esto termine en un choque de trenes en la próxima cumbre de julio (...).
El ministro de Finanzas del Reino Unido, Gordon Brown, dijo que esta reunión será recordada por su compromiso de aliviar la carga de la deuda (de los países más pobres) en un 100%. Sin embargo, el comunicado promete algo menos: 'Hasta un 100% de alivio para cada país pobre altamente endeudado, sin ningún acuerdo sobre cómo el FMI y el Banco Mundial lograrán fondos para eliminar esas deudas (...).
Un sensible plan de trabajo del G-7 debería volver a centrarse sobre la necesidad de incrementar el flujo de recursos a largo plazo desde los países ricos a los países pobres (...).
En el corto plazo, el énfasis debería estar en volver a proveer de fondos al Banco Mundial con destino a los países pobres a finales de este mes. Estados Unidos y Alemania deben ayudar a conseguir este objetivo.