SBC compra AT&T y disputa a Verizon el liderazgo de las telecomunicaciones en EE UU
SBC disputa de tú a tú el liderazgo de Verizon en EE UU desde que ayer cerró el acuerdo de compra de la legendaria AT&T. La operación, filtrada la semana pasada a la luz pública, está valorada en unos 16.000 millones de dólares (12.260 millones de euros).
El acuerdo es histórico no sólo porque se crea el líder por facturación en el mercado de las telecomunicaciones estadounidenses -contando su parte de Cingular-, sino porque supone el fin de la independencia de una compañía, AT&T, que nació con el teléfono y que entre 1913 y 1984 tenía el monopolio de las comunicaciones en el país.
AT&T, conocida como Ma Bell (algo así como la madre de las telecos), fue dividida por las autoridades de la competencia hace 21 años en siete compañías (las llamadas baby bells) y es precisamente la más pequeña de ellas, SBC, la que ahora se hace con la empresa madre.
Pero AT&T es la sombra de lo que fue. De hecho, los analistas creen que los 16.000 millones de dólares en los que se estima el coste de la transacción suponen una sobrevaloración de la empresa. Según el acuerdo, SBC hará un intercambio de títulos por valor de 14.700 millones que se completará con un dividendo especial de 1.040 millones a los accionistas de ATT.
Lo cierto es que la empresa, que llegó a tener un millón de empleados ahora tiene 47.000 y desde luego ya no es la inversión segura aconsejada para los más conservadores a la hora de dejar su dinero en los mercados. Los analistas han mantenido durante mucho tiempo que lo peor de ATT no era que los ingresos menguaran año tras año sino que las perspectivas de cambio de tendencia eran mínimas.
Pese a todo, el acuerdo da a SBC, presidida por Edward Whitacre, un envidiable y lucrativo mercado de clientes corporativos y su red internacional de contratos con empresas, la joya de la corona de AT&T que en julio dijo que dejaba sus esfuerzos por ganar cuota en el residencial. Además SBC gana posiciones en las llamadas de larga distancia y complementará sus esfuerzos de inversión de red de fibra óptica (capaz de proveer televisión, teléfono e Internet) con los ya hechos por AT&T.
Por otro lado, la salud financiera de Ma Bell ha mejorado desde que David Dorman fuera nombrado presidente hace dos años. Ahora AT&T tiene 6.000 millones de deuda.
El impacto sobre los empleos en la nueva empresa, cuyas plantillas suman 212.000 empleados se espera conocer hoy cuando ambas hagan una presentación ante los analistas de la fusión. Los números que sí que han adelantado son los de los costes de integración que se estiman entre 2.700 y 3.900 millones hasta 2009. Las sinergias que prevén se cifran en 15.000 millones de dólares.
Desde SBC y AT&T se espera que el acuerdo se concrete en la primera mitad de 2006. Se espera que los reguladores de la competencia no pongan demasiadas trabas a la nueva empresa que puede que mantenga el nombre de AT&T, toda una marca en EE UU. 'Es algo que tenemos que valorar', dijo Whitacre.
MCI, a la espera de ofertas de adquisición
Era un secreto a voces que AT&T esperaba propuestas de compra. Esta es la mitad del secreto, la otra mitad es que MCI también está en venta y se ha preparado para ello. La empresa heredera del colapso de Worldcom, tiene una deuda de 5.600 millones y una plantilla muy ajustada. Su capitalización bursátil está por debajo de la de AT&T y es la segunda proveedora de larga distancia del país.No obstante, MCI no tiene los atractivos de Ma Bell. Su cuota de mercado corporativo es mucho menor que la de AT&T y a pesar de los esfuerzos de su presidente, Michael Capellas, se considera menos eficiente que su competidora.No obstante MCI puede ser adquirida. En Verizon no se descarta que se haga una adquisición para crecer más deprisa en el mercado corporativo.