A vueltas con el SMI
El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, cambió ayer el paso y afirmó que la negociación sobre la revalorización del salario mínimo interprofesional (SMI) corresponde a los agentes sociales. Es decir, que invita a patronal y sindicatos a solucionar por su cuenta el conflicto provocado por el propio Ministerio de Trabajo al aceptar una cláusula de revisión automática del SMI que es rechazada de plano por la CEOE. Hecho el entuerto, Caldera pretende que lo deshagan otros. Y eso no es de recibo. Comisiones Obreras ha acusado al ministro de eludir sus responsabilidades con estas declaraciones, y no le falta razón. Aun buscando 'el máximo consenso posible' con los agentes sociales, el Ejecutivo tiene una responsabilidad de gobierno clara en lo que respecta a la fijación del salario mínimo. Y así lo entendió el PSOE cuando se comprometió, durante la campaña, a elevarlo a 600 euros durante la legislatura.